Según una encuesta del regulador, el valor promedio del diesel alcanzó R $ 4.482 por litro, un aumento del 0,3% con relación a la semana anterior.

El precio del combustible más consumido en Brasil ya había registrado un fuerte incremento del 5% en la primera semana de mayo, luego del final de la exención PIS / Cofins sobre el producto. La medida tuvo una vigencia de dos meses, en un intento del gobierno federal por contener la escalada en el precio del diesel. La semana siguiente, la ANP volvió a reportar un incremento, esta vez del 1,4%.

En el caso de la gasolina, el precio promedio en las estaciones de servicio brasileñas aumentó 1,5% esta semana, a R $ 5,641 por litro. Fue el quinto incremento consecutivo en el precio del combustible, que se redujo por última vez a mediados de abril.

El movimiento alcista también se vio en el etanol, cuyo precio promedio avanzó 2,7% en el período, a R $ 4,362 por litro. Al igual que la gasolina, su competidor directo en los surtidores, el biocombustible se modificó por quinta semana consecutiva, según la ANP.

El aumento en los precios de los combustibles se produce a pesar de que Petrobras realizó un ajuste a la baja en los precios de venta de diesel y gasolina en sus refinerías a principios de mes, anunciados el 30 de abril, los recortes de alrededor del 2% se hicieron efectivos a partir del 1 de mayo.

El reajuste fue el primero y por el momento único de la empresa bajo la dirección del general Joaquim Silva e Luna, quien asumió el cargo luego de conflictos entre el presidente Jair Bolsonaro y el exdirector general de la empresa estatal, Roberto Castello Branco, precisamente por los desacuerdos sobre los precios del petróleo.

Los precios de las estaciones de servicio, sin embargo, no necesariamente siguen inmediatamente los valores en las refinerías y dependen de una serie de factores, incluidos los impuestos, la combinación de biocombustibles y los márgenes de distribución.

Fuente: O Globo