A pesar de que el presupuesto para el sector petrolero llegará a $3.217 millones hasta 2022, lo que representa un aumento del 18,2%, la producción diaria decrecerá desde 481.721 hasta 451.286 barriles de crudo.
Esta realidad es el resultado de que el rendimiento de varios campos está en franca declinación y los recursos que puede inyectar el Gobierno no son suficientes ni siquiera para mantener los niveles.

Los ingresos para el Estado continuarán su tendencia a la baja, que se profundizó con la pandemia y la crisis de 2020. El año pasado se dejaron de producir entre 60.000 y 70.000 barriles diarios, con pérdidas de más de $800 millones.

El panorama se vuelve más preocupante si se toma en cuenta que, no solo obtenemos cada vez menos réditos, sino que además estamos próximos a vernos en la necesidad de importar crudo para cumplir con una pesada carga de compromisos, los cuales incluyen el pago de las preventas petroleras a tres compañías asiáticas.

En casa de herrero, cuchillo de palo

En realidad, solo un porcentaje de la producción diaria de crudo se puede destinar a la exportación y a la generación de más ingresos para el fisco. Así, por ejemplo, a los 481.721 barriles previstos para 2021, se debe descontar entre 218.000 y 219.000 que van a las refinerías y se pagan a las empresas privadas que manejan campos en el país.

Así, en teoría quedarían 262.700 barriles para obtener más recursos, pero 221.973 de ellos ya están comprometidos para pagar las preventas petroleras todavía vigentes con Petrochina, Petrotailandia y Unipec.

El resultado es que, en el mejor de los casos, se tendrá alrededor de 40.700 barriles diarios en 2021 para vender en los mercados internacionales, lo que representa dejar de percibir $3.600 millones.

Todo se complicará aún más en 2022, cuando se necesitarán 252.932 barriles diarios, pero solo se tendrá disponibles 232.356. Es decir, se tendrá un déficit de 20.576 barriles cada día o 7,52 millones al año.

Según el Ministerio, la única solución viable para cubrir ese hueco es importar crudo de un país vecino como Colombia.

Culpa del despilfarro

Ramiro Baños, experto petrolero, comentó que no solo que dejamos de recibir millones en ingresos, sino que tendremos que gastar más para comprar la producción que no somos capaces de desarrollar. “Somos un país petrolero que debe atraer de otros lados crudo para pagar las deudas que acumulamos luego de años de despilfarros”, principalmente en el gobierno de Rafael Correa, quien está prófugo de la justicia.

En 2020, la producción diaria perdió entre 60.000 y 70.000 barriles.Además, alertó que las importaciones podrían comenzar desde 2021, debido a que no hay certezas de que se cumplan realmente las metas de producción en un ambiente de cambio de gobierno y escasez de recursos en las arcas fiscales.

Tres vías para aumentar la producción

Las mayores expectativas de revertir la declinación del número de barriles diarios están en:

Que se concrete la explotación de las plataformas A y B del campo Ishpingo en el ITT. Se había anunciado que eso estaría previsto para agosto 2021, pero nada está confirmado.

El actual Gobierno busca concesionar el campo Sacha antes de dejar el poder en mayo; sin embargo, varios gremios profesionales han rechazado ese intento y han pedido que la decisión la tome el próximo presidente. Entre las dos opciones se podría aumentar la producción en 40.000 barriles.

Mejorar el rendimiento de los campos en manos de Petroecuador, a través de inversión en tecnología de recuperación mejorada, pero todo depende de atraer empresas privadas de calidad. (JS)

Fuente: La Hora