La organización observa un agotamiento de las Reservas Internacionales Netas (RIN) que se arrastra de años anteriores pero que se acentuó en el 2020
Siguen las malas noticias para la economía boliviana. Sí, es la realidad de un país tensionado por la política electoral, y la crisis generada por la pandemia. Este miércoles Fitch Ratings bajó la calificación crediticia de Bolivia a B de B + y revisó la perspectiva de calificación de estable a negativa.

Según la calificadora, la rebaja refleja un deterioro en las perspectivas de crecimiento y las finanzas públicas del país que vive aguda tensión política. En este contexto, la organización dijo que será complicado realizar cualquier ajuste, para contener los problemas macroeconómicos, después de las elecciones.

Fuente: El Deber

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