El presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) evalúa la difícil situación de su gremio y la economía tras más de tres meses de cuarentena en el país.
LA RAZÓN

Señala que aún está a la espera de que el Gobierno tome las medidas adecuadas para mitigar la crisis, lograr la reactivación del aparato productivo y salvar a empresas y fuentes laborales.

El presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), el cruceño Luis Barbery, no se guarda nada y señala que su gremio afronta una “situación extremadamente grave”. En esta entrevista con La Razón explica la crisis imperante por la pandemia del coronavirus y remarca que hasta ahora continúa a la espera de que el Gobierno tome medidas adecuadas para reactivar la economía y así se pueda evitar la pérdida masiva de empleos y el colapso de empresas. Para muestra del duro momento, revela que, según cálculos preliminares, por cada mes que se paralizaron las actividades económicas el país dejó de manejar aproximadamente $us 2.500 millones. Y advierte que también son necesarios la disminución de la presión tributaria, la flexibilización laboral y el impulso a las exportaciones.

—¿Cuál es la situación de las empresas después de la cuarentena estricta por la emergencia sanitaria y el ingreso a un confinamiento “dinámico”?

—La situación del sector empresarial privado es extremadamente grave. El año pasado, el país se paralizó por dos meses por los conflictos políticos y eso generó una caída muy fuerte de ingresos en todos los sectores; pero este año, a partir de marzo, por la pandemia, se agravó aún más. El 1 de junio se restableció solo en parte una nueva normalidad, pero en los hechos, las restricciones y la parálisis de la economía continúa.

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