FUENTE: PÁGINA SIETE
Expertos sugieren reducir el déficit fiscal, la deuda pública y ajustar el tipo de cambio del dólar, como tres medidas para evitar que en Bolivia se presenten crisis parecidas a las que en la actualidad atraviesan países como Argentina. “Lo primero que tiene que hacer Bolivia es controlar el déficit fiscal y, junto a esto, el déficit comercial, porque en 2017 hemos tenido un déficit muy grande, sin que las exportaciones hubiesen empezado a aumentar”, apuntó Juan Antonio Morales, expresidente del Banco Central de Bolivia (BCB).
El Presupuesto General de la Nación (PGN) para la presente gestión calculó que el déficit fiscal se situará en 8,3% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que significa 22.503 millones de bolivianos (3.233 millones de dólares). “Si no se reduce el déficit fiscal vamos a seguir perdiendo las Reservas Internacionales Netas, (RIN).
De hecho, ya se perdió y están por debajo de los 10.000 millones de dólares, están por el orden de los 9.900 millones, y si se descuenta los ahorros, eso está por debajo de los 8.000 millones de dólares”, apuntó Morales. En el caso argentino, el economista sostuvo que el gobierno de Mauricio Macri “heredó” una situación complicada por un déficit fiscal que creció en el periodo de Néstor Kirchner y se agudizó con Cristina Fernández.
En cuanto al tipo de cambio del dólar que permanece estático desde 2011, Morales acotó que esa situación puede dar una “sensación de bienestar”, pero que, en realidad, precisa un ajuste.
“El tipo de cambio fijo, que por el momento da sensaciones de bienestar, puede colapsar si no se toman las medidas adecuadas. Si continuamos con el déficit fiscal, se seguirán perdiendo reservas, hasta que llegue el momento en que este Gobierno u otro no tendrá más que devaluar (el boliviano), y ese ajuste puede ser duro y catastrófico.
Sería mejor un reajuste del tipo de cambio ordenado y no esperar hasta el último”, advirtió. Hace unos días, el presidente del BCB, Pablo Ramos, descartó una modificación del tipo de cambio para “evitar procesos inflacionarios”, después de que economistas nacionales y extranjeros plantearon un ajuste gradual en la política cambiaria. Bolivia mantiene inalterable la cotización del dólar en 6,96 bolivianos para la venta y 6,86 para la compra desde hace casi siete años (ver gráfico). La última modificación cambiaria se registró el 2 de noviembre de 2011, cuando la cotización pasó de 6,97 a 6,96 bolivianos.
Beatriz Muriel, directora ejecutiva del Instituto de Estudios Avanzados en Desarrollo, Fundación Inesad, coincidió en que no es lo más aconsejable mantener la cotización del dólar sin variación, si se toma como ejemplo el caso de los países vecinos en crisis.
“No es aconsejable (mantener fijo el tipo de cambio) dadas las experiencias internacionales de crisis de moneda. El mayor problema de mantener un tipo de cambio fijo es que puede no ser viable en el futuro. Un tipo de cambio fijo quiere decir que el Gobierno intervenga en el mercado del dólar para comprar o vender dólares, para mantener su precio. Por ejemplo, ante un aumento en la demanda, el Gobierno tiene que poner dólares en el mercado, lo que implica una caída de las Reservas Internacionales Netas”, señaló. Muriel recomendó “volver a las minidevaluaciones”, que, desde su punto de vista, tienen muchas ventajas en términos económicos.
En el caso de la deuda pública en su valoración también llegó a ser considerable. “Su sostenibilidad (para pagarla) dependerá de los ingresos de las exportaciones de gas”, apuntó.
Para el economista Rolando Jordán, una forma de no seguir el camino de las naciones que atraviesan crisis económicas es corregir una serie de rezagos, el principal, el “atraso cambiario”. “Los ajustes graduales (del dólar) funcionaban como una política económica sujeta al bolsín, que se corregía en función al mercado y demanda de dólares. Luego se pasó al tipo de cambio fijo y eso generó grandes desequilibrios hasta 1998”, declaró. Jordán advirtió que todos los socios comerciales de Bolivia “están devaluando su moneda para defender su sector productivo interno” y no debería ser diferente en el caso nacional.
El experto alertó que los procesos inflacionarios en Bolivia son “cíclicos”, se presentan en promedio cada 25 años, y por el déficit fiscal, de cuenta corriente y de pagos, la economía nacional está cerca de ello. Tipo de cambio afecta a los exportadores El presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Marco Antonio Salinas, manifestó que mantener fija la cotización del dólar le resta competitividad al sector exportador del país.
“La política del tipo de cambio fijo ha afectado al sector exportador, principalmente, porque ha dejado de ser competitivo en muchos productos”, reclamó.
Salinas acotó que si el Gobierno quiere mantener inalterable el precio del dólar, podría recurrir a otros mecanismos para ayudar a la industria de exportación.
“Si el Gobierno quiere mantener esa política fija hay otras cosas que se debe usar, porque la economía tiene muchos instrumentos que hay que usarlos, y no cerrarse ante la realidad, diciendo que todo lo que se hace está perfecto”, explicó. El titular de la CNC añadió que su sector ve con preocupación el déficit fiscal y de la balanza comercial del país.
Expertos sugieren reducir el déficit fiscal, la deuda pública y ajustar el tipo de cambio del dólar, como tres medidas para evitar que en Bolivia se presenten crisis parecidas a las que en la actualidad atraviesan países como Argentina. “Lo primero que tiene que hacer Bolivia es controlar el déficit fiscal y, junto a esto, el déficit comercial, porque en 2017 hemos tenido un déficit muy grande, sin que las exportaciones hubiesen empezado a aumentar”, apuntó Juan Antonio Morales, expresidente del Banco Central de Bolivia (BCB).
El Presupuesto General de la Nación (PGN) para la presente gestión calculó que el déficit fiscal se situará en 8,3% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que significa 22.503 millones de bolivianos (3.233 millones de dólares). “Si no se reduce el déficit fiscal vamos a seguir perdiendo las Reservas Internacionales Netas, (RIN).
De hecho, ya se perdió y están por debajo de los 10.000 millones de dólares, están por el orden de los 9.900 millones, y si se descuenta los ahorros, eso está por debajo de los 8.000 millones de dólares”, apuntó Morales. En el caso argentino, el economista sostuvo que el gobierno de Mauricio Macri “heredó” una situación complicada por un déficit fiscal que creció en el periodo de Néstor Kirchner y se agudizó con Cristina Fernández.
En cuanto al tipo de cambio del dólar que permanece estático desde 2011, Morales acotó que esa situación puede dar una “sensación de bienestar”, pero que, en realidad, precisa un ajuste.
“El tipo de cambio fijo, que por el momento da sensaciones de bienestar, puede colapsar si no se toman las medidas adecuadas. Si continuamos con el déficit fiscal, se seguirán perdiendo reservas, hasta que llegue el momento en que este Gobierno u otro no tendrá más que devaluar (el boliviano), y ese ajuste puede ser duro y catastrófico.
Sería mejor un reajuste del tipo de cambio ordenado y no esperar hasta el último”, advirtió. Hace unos días, el presidente del BCB, Pablo Ramos, descartó una modificación del tipo de cambio para “evitar procesos inflacionarios”, después de que economistas nacionales y extranjeros plantearon un ajuste gradual en la política cambiaria. Bolivia mantiene inalterable la cotización del dólar en 6,96 bolivianos para la venta y 6,86 para la compra desde hace casi siete años (ver gráfico). La última modificación cambiaria se registró el 2 de noviembre de 2011, cuando la cotización pasó de 6,97 a 6,96 bolivianos.
Beatriz Muriel, directora ejecutiva del Instituto de Estudios Avanzados en Desarrollo, Fundación Inesad, coincidió en que no es lo más aconsejable mantener la cotización del dólar sin variación, si se toma como ejemplo el caso de los países vecinos en crisis.
“No es aconsejable (mantener fijo el tipo de cambio) dadas las experiencias internacionales de crisis de moneda. El mayor problema de mantener un tipo de cambio fijo es que puede no ser viable en el futuro. Un tipo de cambio fijo quiere decir que el Gobierno intervenga en el mercado del dólar para comprar o vender dólares, para mantener su precio. Por ejemplo, ante un aumento en la demanda, el Gobierno tiene que poner dólares en el mercado, lo que implica una caída de las Reservas Internacionales Netas”, señaló. Muriel recomendó “volver a las minidevaluaciones”, que, desde su punto de vista, tienen muchas ventajas en términos económicos.
En el caso de la deuda pública en su valoración también llegó a ser considerable. “Su sostenibilidad (para pagarla) dependerá de los ingresos de las exportaciones de gas”, apuntó.
Para el economista Rolando Jordán, una forma de no seguir el camino de las naciones que atraviesan crisis económicas es corregir una serie de rezagos, el principal, el “atraso cambiario”. “Los ajustes graduales (del dólar) funcionaban como una política económica sujeta al bolsín, que se corregía en función al mercado y demanda de dólares. Luego se pasó al tipo de cambio fijo y eso generó grandes desequilibrios hasta 1998”, declaró. Jordán advirtió que todos los socios comerciales de Bolivia “están devaluando su moneda para defender su sector productivo interno” y no debería ser diferente en el caso nacional.
El experto alertó que los procesos inflacionarios en Bolivia son “cíclicos”, se presentan en promedio cada 25 años, y por el déficit fiscal, de cuenta corriente y de pagos, la economía nacional está cerca de ello. Tipo de cambio afecta a los exportadores El presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Marco Antonio Salinas, manifestó que mantener fija la cotización del dólar le resta competitividad al sector exportador del país.
“La política del tipo de cambio fijo ha afectado al sector exportador, principalmente, porque ha dejado de ser competitivo en muchos productos”, reclamó.
Salinas acotó que si el Gobierno quiere mantener inalterable el precio del dólar, podría recurrir a otros mecanismos para ayudar a la industria de exportación.
“Si el Gobierno quiere mantener esa política fija hay otras cosas que se debe usar, porque la economía tiene muchos instrumentos que hay que usarlos, y no cerrarse ante la realidad, diciendo que todo lo que se hace está perfecto”, explicó. El titular de la CNC añadió que su sector ve con preocupación el déficit fiscal y de la balanza comercial del país.