La muerte de Diana de Gales hace 20 años conmocionó a todo el mundo, pero también supuso un punto de inflexión para siempre para la monarquía británica.
BBC Mundo

La aparentemente fría respuesta de la reina tras el accidente que se cobró la vida de la princesa en París el 31 de agosto de 1997 le ocasionó duras críticas. Isabel II consideraba que el suceso debía tratarse de manera privada y familiar, y más teniendo en cuenta que Diana no era ya miembro oficial de la familia real. Pero las reacciones de gran malestar entre la sociedad le hicieron romper, por primera vez, varias normas del protocolo con las que logró mostrarhumanidad y cercanía hacia unos ciudadanos consternados por la muerte de "la princesa del pueblo".

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