Es además el motor de la economía del país, a pesar de la crisis en la región y que afecta a varios países.
(Willy Chipana Mamani / Cambio).- El Gobierno informó que en el primer trimestre de este año la demanda interna continúa siendo el motor del crecimiento económico de Bolivia, y los que sienten el efecto de forma directa son los empresarios privados.
 
El ministro de Economía y Finanzas Públicas (MEFP), Luis Arce, no se animó a estimar el nivel de la demanda interna a la que se llegó hasta el momento porque aún no se cerró el porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) de 2016, cuyo dato será emitido por el Instituto Nacional de Estadística (INE) hasta fines de este mes.
 
Al ser consultado sobre cuál es el comportamiento de la demanda interna, éste respondió: “Se mantiene muy robusta nuestra demanda interna, así que es otro indicador de la economía” que está bien.
 
El modelo económico vigente desde 2006 establece como principal determinante del crecimiento a la demanda interna, cuyos principales mecanismos son la activa participación del Estado en la economía, a través de la inversión pública y la redistribución de los ingresos.
 
Según datos del MEFP, entre 2006 y 2014 la demanda interna pasó de 2,6% a 7,1%.
 
La autoridad de Economía expresó que los empresarios privados “son los que sienten todos los días que la demanda interna es todavía un motor que jala la economía” del país.
 
El presidente Evo Morales, en varias ocasiones, manifestó que el crecimiento se debió a la fortaleza del mercado interno.
 
Luis Arce sostuvo que la minería, construcción y servicios financieros son los sectores que impulsaron el crecimiento de la economía boliviana en el primer trimestre de este año porque muestran niveles de expansión mucho mayores que el mismo período del año pasado.
 
El Órgano Ejecutivo prevé que en 2016 el crecimiento del país fue de un mínimo del 4,3% y estimó para este año 4,7%.
 
Apuntes
 
La demanda interna es la suma del gasto en consumo, inversión, compras de bienes y servicios por parte del Estado en una economía por un período de tiempo.

Es además el motor de la economía del país, a pesar de la crisis en la región y que afecta a varios países.