FUENTE: LOS TIEMPOS
Entre 2005 y 2015, la pobreza en Bolivia bajó de 59,6 a 38,6 por ciento, informó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE) a propósito de recordarse el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, promovido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Pérez afirmó que eso significa que en Bolivia alrededor de 4 millones de personas aún viven en situación de pobreza; es decir, que no cuentan con ingresos mínimos requeridos para acceder a servicios básicos y algunos alimentos básicos de la canasta familiar. Según los últimos datos publicados por el INE, hasta 2015, la pobreza en el país se acentúa más en el área rural, donde llega al 55 por ciento, mientras que en las zonas urbanas es de 31 por ciento.
Por otra parte, la pobreza extrema en el país se redujo de 36,7 por ciento, en 2005, a 16,8 por ciento, en 2015, según el INE. Pérez afirmó que esas cifras develan que en Bolivia alrededor de 1,8 millones de personas aún carecen de ingresos suficientes para acceder a alimentos básicos de la canasta familiar e incluso para cubrir demandas de primera necesidad. En 2005, la desigualdad en los ingresos era de 0,60 y para 2015 fue de 0,47, donde cero supone que todos tienen los mismos ingresos. Pérez resaltó que durante los años de bonanza, Bolivia mejoró “considerablemente” la situación de pobreza y pobreza extrema; sin embargo, dijo, el Gobierno debe aplicar las políticas necesarias para evitar que la gente, que salió de ambos segmentos, vuelva a caer en ellos, debido al actual contexto de desaceleración económica. Por su parte, el analista económico Gonzalo Chávez, en un análisis que realizó sobre la desaceleración económica del país, coincidió con Pérez respecto a la reducción de la pobreza.
“Evidentemente hemos mejorado de manera importante en los últimos meses y años; sin embargo, la pregunta es: ¿Si seguimos forzando a la economía cuando venga una crisis fuerte como le pasó a Brasil, como le pasó a Argentina, como le pasó a Venezuela, muchos de los pobres que han salido parcialmente de la pobreza (…) no van a volver a situaciones muy precarias?”, cuestionó. Según Pérez, el Gobierno debe implementar políticas públicas destinadas a la generación de empleo formal que contemple ingresos suficientes para cubrir las necesidades y que sean duraderos. Añadió que las políticas públicas abordadas por el Gobierno deben ser sostenibles para evitar depender sólo de ingresos provenientes del sector de hidrocarburos.
MIGRACIÓN Y EXCLUSIÓN Según el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, la pobreza es una consecuencia de la marginación y la exclusión social. Actualmente, dijo, unos 1.000 millones de personas viven en pobreza extrema y más de 800 millones padecen hambre y malnutrición. Añadió que la pobreza se manifiesta en el acceso restringido a la salud, educación y otros servicios esenciales.
Entre 2005 y 2015, la pobreza en Bolivia bajó de 59,6 a 38,6 por ciento, informó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE) a propósito de recordarse el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, promovido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Pérez afirmó que eso significa que en Bolivia alrededor de 4 millones de personas aún viven en situación de pobreza; es decir, que no cuentan con ingresos mínimos requeridos para acceder a servicios básicos y algunos alimentos básicos de la canasta familiar. Según los últimos datos publicados por el INE, hasta 2015, la pobreza en el país se acentúa más en el área rural, donde llega al 55 por ciento, mientras que en las zonas urbanas es de 31 por ciento.
Por otra parte, la pobreza extrema en el país se redujo de 36,7 por ciento, en 2005, a 16,8 por ciento, en 2015, según el INE. Pérez afirmó que esas cifras develan que en Bolivia alrededor de 1,8 millones de personas aún carecen de ingresos suficientes para acceder a alimentos básicos de la canasta familiar e incluso para cubrir demandas de primera necesidad. En 2005, la desigualdad en los ingresos era de 0,60 y para 2015 fue de 0,47, donde cero supone que todos tienen los mismos ingresos. Pérez resaltó que durante los años de bonanza, Bolivia mejoró “considerablemente” la situación de pobreza y pobreza extrema; sin embargo, dijo, el Gobierno debe aplicar las políticas necesarias para evitar que la gente, que salió de ambos segmentos, vuelva a caer en ellos, debido al actual contexto de desaceleración económica. Por su parte, el analista económico Gonzalo Chávez, en un análisis que realizó sobre la desaceleración económica del país, coincidió con Pérez respecto a la reducción de la pobreza.
“Evidentemente hemos mejorado de manera importante en los últimos meses y años; sin embargo, la pregunta es: ¿Si seguimos forzando a la economía cuando venga una crisis fuerte como le pasó a Brasil, como le pasó a Argentina, como le pasó a Venezuela, muchos de los pobres que han salido parcialmente de la pobreza (…) no van a volver a situaciones muy precarias?”, cuestionó. Según Pérez, el Gobierno debe implementar políticas públicas destinadas a la generación de empleo formal que contemple ingresos suficientes para cubrir las necesidades y que sean duraderos. Añadió que las políticas públicas abordadas por el Gobierno deben ser sostenibles para evitar depender sólo de ingresos provenientes del sector de hidrocarburos.
MIGRACIÓN Y EXCLUSIÓN Según el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, la pobreza es una consecuencia de la marginación y la exclusión social. Actualmente, dijo, unos 1.000 millones de personas viven en pobreza extrema y más de 800 millones padecen hambre y malnutrición. Añadió que la pobreza se manifiesta en el acceso restringido a la salud, educación y otros servicios esenciales.