Fuente: ABC
El presidente de Petropar informó ayer que concurrió al Palacio de López para informar al Jefe de Estado, inmediatamente después de haber recibido las ofertas para la compra de gas licuado de Petróleo (GLP). Dijo que el propio Mandatario le había dado “expresas instrucciones” para que el gas de 10 kilos se venda a G. 50.000. El anuncio sería ideal si no existieran mentiras de por medio, o falsas informaciones populistas, o si no hubiera algún negociado en puertas.
El proceso se habría dirigido a YPFB (Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos), a favor del cual también el Ejecutivo presentó al Congreso el año pasado un proyecto de ley a través del cual se pretende que la estatal boliviana le venda gas a Petropar por 20 años.
Aquel es el mismo ente petrolero que pretende realizar “un megaproyecto” de gasoducto en Paraguay, en una localidad paraguaya (sería Limpio), y que nadie sabe exactamente en qué consiste lo que harán ni quién financiará el proyecto. Le habíamos consultado al propio presidente de Petropar, durante una visita que realizó a nuestro diario, pero no supo qué responder.
Según el acta de la subasta a la baja electrónica de la referida licitación, YPFB cotizó US$ 282 por tonelada métrica (venta en origen) y Trafigura ofertó un precio de US$ 525 (puesto en destino). Jara habló de que recibieron precios “buenísimos” cuando en realidad se trata solo de cotización referencial, como señala el punto 10.7 del pliego de bases y condiciones (ver facsímil) que señala que “el precio de la oferta inicial en US$/TM resulta de la cotización referencial igual a 231,956 US$/TM más o menos el diferencial ofertado (US$/TM), en la carga de propuesta”.
Consultas hechas ayer a referentes del sector privado indican que “solo subsidiando Petropar podría vender gas a G. 50.000”.
La empresa estatal insiste en incursionar en el gas a pesar de que fracasó en este rubro en el pasado, cuando desaparecieron todas las garrafas que adquirió y no supo sobrevivir en el mercado. Este año el gas también desnudó una sobrefacturación de US$ 5 millones en intento de compra de garrafas, que provocó la destitución de su presidente Rómulo Campos.