A una semana del referendum sobre la permanencia o no de Reino Unido en la Unión Europea, conocido como Bremain/Brexit, se agolpan los análisis sobre las consecuencias de los diferentes resultados de la votación el próximo 23 de junio. La caída de la libra y de las bolsas en todo el mundo en las últimas semanas han aumentado la incertidumbre sobre el futuro de la isla británica, cuando las encuestas mantienen un resultado muy ajustado.
TNS LATAM
  
En el sector energético el abandono de la UE o Brexit, podría provocar grandes cambios en la política energética del bloque, lo que debilitaría su política climática y la eliminación de un aliado para la energía europea, según un reciente análisis de Politico. Muchos resaltan el papel de Gran Bretaña como mediador entre países como Francia y Alemania.
 
Pero la salida podría también dar a Londres mucha más libertad para dedicarse a proyectos nucleares sin la interferencia de Bruselas. El Reino Unido suele mantener una postura atípica dentro de la UE, abogando por la energía nuclear y el shale gas, ampliamente rechazado en la Europa continental.
 
Ambas partes tienen mucho que perder, según la mayoría de los estudios. Y es que a pesar de las singularidades, los británicos tienden a ser un puente comercial con muchos países al otro lado del Océano, que benefician a la Unión Europea. Incluso el el Fondo Monetario Internacional afirmaba en sus ‘Perspectivas Económicas Globales’ que el Brexit, podría causar “graves daños regionales y globales” al alterar las relaciones comerciales.
 
Por su parte, la Unión Europea facilita y financia numerosos proyectos comunitarios que conectan a Reino Unido con el continente. En la lista del Proyectos de Interés Común de la Comisión Europea, 17 de 195 son planes para ampliar las infraestructuras británicas.
 
Cuanto mayor sea el aislamiento, físico y diplomático, menos influencia tendrá en la política energética europea y su marco regulatorio, cada vez más independiente. El Brexit podría socavar además las políticas climáticas a largo plazo en Bruselas y Londres. “Europa también necesita un mercado energético eficiente e integrado para garantizar el suministro de energía y bajar las emisiones a la vez que garantiza que sigue siendo competitiva para que sus ciudadanos puedan tener éxito en el mercado laboral”, defienden los estudios del Real Instituto ElCano.
 
Y los pronósticos van más allá, al insinuar que podría cambiar la fijación de precios del gas europeo. Junto a los contratos vinculados a los mercados del petróleo, el centro de comercio de gas natural británico, NBP, ha sido la forma más importante de fijación de precios y entrega de mercancía en Europa desde que comenzó hace unos 20 años.
 
Pero el hundimiento de la libra que pronostica la salida de la UE, haría que el gas en el Reino Unido fuese más barato y temporalmente aumentar la demanda y los precios, según una encuesta entre 10 operadores europeos de gas y analistas realizada por Bloomberg. Este hecho provocaría que los inversores comerciasen en euros, a través de la TTF holandesa, fundada en 2002 y comenzó a desafiar el NBP en términos de volumen durante el año pasado.