Desde que el Methane Princess entregó la primera carga comercial de gas natural licuado (GNL) argelino a la terminal de regasificación de Canvey Island, en el Reino Unido, el 12 de octubre de 1964, el número de barcos transportando gas a través de los mares no ha dejado de crecer.
Cincuenta años después, el sector se ha multiplicado desde esa primera exportación entre Argelia y el Reino Unido, a más de 400 rutas de comercio que involucran 45 países. Según un reporte de la consultora Wood Mackenzie, el GNL dentro de la industria energética mundial seguirá siendo uno de los commodities (materias primas) de más rápido crecimiento para las próximas cinco décadas.
El concepto es sencillo. Gas transportado en barcos a través de los mares de un destino a otro. Hasta la década de los 60 el transporte había sido solamente por ductos, lo que impedía la comercialización del energético entre costa y costa. “El gas natural ha acercado la globalización a unos mercados eminentemente regionales que solo se solían abastecer a través de ductos”, analiza la revista Executive Excellence en su edición digital. Y aunque el primer envío de gas en buque ocurrió en 1959, recién en 1964 se realizó el primer envío comercial a gran escala que uniría a África con Europa; cinco años más tarde, Norteamérica y Asia también unirían sus rutas con GNL. Hoy más de un tercio de las importaciones mundiales de gas natural se hacen a través barcos.
Siga leyendo – suscríbase a Petróleo & Gas