Fuente: La Prensa Austral

   

Lo anterior se dio en el marco de la reciente publicación -el viernes- de los resultados anuales de la petrolera al cierre de 2015, que evidenció utilidades que llegaron a US$170 millones (las mejores en 6 años), superando en 8,2% a los US$157 millones de 2014. Cabe consignar que el Ebitda en el mismo período fue de US$742 millones, incrementándose en un 19,4% comparado con los US$621 millones logrados en 2014, siendo ésta la mejor cifra de los últimos 15 años.

 

De este modo, con una Enap que presenta un 28,3% de incremento en su patrimonio -pasando de US$546 millones en 2014 a US$701 millones en 2015-, Tokman quiso compartir personalmente en la zona esta alegría con sus colaboradores y, de paso recibió a nuestro medio en el edificio de la compañía, para plantear algunas percepciones del pasado, presente y futuro de la petrolera.

 

– Para empezar, destacar que lograron un buen 2015…

 

– “Justamente, logramos la materialización de lo que habíamos planificado en términos de nuestro Plan Estratégico y estabilizar financieramente a esta empresa. Salimos de la montaña rusa en la que estábamos expuestos. Con esto fortalecimos y recuperamos el patrimonio, que en 2012 era de sólo US$83 millones. Entonces, el cierre de 2015 fue histórico y tiene más valor aún en el contexto internacional en que nos movemos, además los precios de la refinación estuvieron mejores que en 2014. A eso se sumó el hecho de que aumentamos la producción y de cada barril estamos sacando mayor cantidad de productos valiosos, como diésel, kerosene y gasolina”.

 

“Logramos, además, reducir los costos de petróleo, además de energía, y que funcionen las políticas de cobertura. Eso nos permitió que, en vez de 2008 donde una caída de precios similar significó una pérdida de US$1 mil millones, lográramos aislar a la refinería de ese impacto negativo que tienen las caídas drásticas de los precios”.

 

– ¿Lo de 2008, está lejos de repetirse?

 

– “Acá tuvimos una caída de precios similar, incluso más bajos y que se ha sostenido. En aquella ocasión, esa caída no sólo pegó a nuestra actividad de Exploración y Producción, sino que la pérdida más grande se debió a las compras que tuvimos que hacer, que fueron agravadas por la crisis del gas. Ahora nos aislamos de eso con las políticas de cobertura. Eso explica los buenos resultados que obtuvimos en la línea de Refinación y Comercialización, cuyo Ebitda creció en más de un 70%”.

 

– Al año pasado, la deuda de Enap estaba en US$3.900 millones.

 

– “Para contextualizar, tanto en Magallanes como a nivel de toda nuestra empresa, tener buenos resultados permite concretar nuestro plan de inversiones. El año pasado invertimos US$635 millones, un aumento de 57% respecto del anterior, que ya había sido récord. Estamos siendo capaces de ejecutar los proyectos, pero también tenemos el desafío de llegar a los US$800 millones y mantenerlo en el tiempo”.

 

“Por muchos años, vamos a estar invirtiendo más recursos, que los que somos capaces de generar. Tenemos el Ebitda, que hay que destinarlo al pago de US$200 millones de los intereses; estos últimos años hemos pagado en promedio US$65 millones de dólares en impuestos. Durante los próximos años, para invertir, pagar intereses, impuestos y las deudas que vayan venciendo, no nos alcanzará con lo que generemos. Eso significa que vamos a requerir financiamiento externo”.

 

En 2020 generarán mayores utilidades

 

– ¿Cómo seguirá el tema de la deuda?

 

– “Estimamos que hasta el 2019, debiéramos todavía seguir aumentando nuestro nivel de deuda, para poder financiar este nivel de inversión. Y ya a partir de 2020, la capacidad de generar mayores utilidades de las inversiones que llevamos a cabo, más las iniciativas destinadas a aumentar la eficiencia y la producción, nos van a permitir financiar no sólo esta cartera de US$800 millones con nuestros propios recursos, sino que ir generando excedentes para empezar a repagar las deudas contraídas”.

 

– A su vez, el gobierno entregará a la empresa recursos por US$400 millones (durante 2017)

 

– “Afortunadamente el gobierno está convencido de que este es el plan correcto. La semana pasada ingresó al Congreso el proyecto que modifica el gobierno corporativo y ahí viene el aporte de los US$400 millones al capital de la empresa”.

 

– ¿Y en el caso de Magallanes?

 

– “Estamos en una situación parecida. Pasamos de una situación años atrás donde el futuro se vía muy negro, con una producción que venía cayendo, porque el recurso convencional se había acabado. Afortunadamente tuvimos gente que empezó a hacer la búsqueda del recurso no convencional. Finalmente, hasta el Servicio Geológico de Estados Unidos confirmó que hay muchos TCF (trillones de pies cúbicos) para explotar, así que tenemos la posibilidad de ver una luz al final del túnel. Tenemos el recurso, pero queremos convertir eso en algo que sea buen negocio, que permita expandir nuestra operación y darle sustentabilidad en el tiempo”.

 

– ¿Van a requerir nuevos socios acá para las nuevas exploraciones?

 

– “Tenemos que ir viendo, sobre todo cuando estamos en el tema no convencional. Debiéramos buscar la forma de asociarnos con la gente que sabe, para ir aprendiendo. Ya tenemos cubierta la demanda de Magallanes, pero si queremos tener una operación sostenible, necesitamos aumentar la escala de este negocio y eso significa buscar otros clientes”.

 

– Plantearon el interés de colaborar en la diversificación de la matriz energética local…

 

– “Acá nació Enap y sentimos un compromiso con Magallanes fuertísimo y por eso hemos estado en conversaciones donde se nos ha planteado el objetivo que compartimos plenamente, que es el objetivo del gobierno regional de avanzar en una diversificación de la matriz energética”.

 

“No es bueno depender de una sola fuente de energía. Ahora, en el caso de Magallanes, esto es difícil y complejo. Tenemos una distorsión en el precio del gas, que se paga muy por debajo del costo y ese mismo precio es el que se utiliza para el uso de generación eléctrica. Aún con las condiciones excepcionales de viento que tiene Magallanes, se hace muy difícil que haya proyectos de generación eólica que puedan competir con el gas. Entonces es muy difícil que se lleve a cabo espontáneamente una mayor diversificación de la matriz”.

 

“Entonces, lo que manifestamos al intendente, es nuestra disposición ahora que la ley lo permite, de buscar formas en las que podamos contribuir a este objetivo regional de diversificación de la matriz. Pero es difícil competir con una generación eléctrica como la que tenemos, tiene que ser un proyecto que no produzca un perjuicio patrimonial a la compañía”.

 

Finalmente, Tokman señaló que a pesar de los grandes logros de 2015, el desafío va más allá, ya que el año pasado la estatal presentó un déficit de US$300 millones, lo que debió financiarse al interior de la empresa. “Y eso sin contar los recursos adicionales que está recibiendo Magallanes a través de la Ley de Presupuesto. Tenemos que ir avanzando en la reducción de costos, de manera tal que ese déficit vaya desapareciendo y la operación se financie a sí misma en un futuro cercano”.