Fuente: PAGINA SIETE
Empresas chinas enfrentan observaciones en varios países de la región y otros continentes, donde se adjudicaron grandes obras de infraestructura gracias a créditos proporcionados por el Gobierno chino, que "amarran” la contratación de firmas de esa nación, entre otras condiciones. Las compañías impulsan grandes proyectos de infraestructura con créditos chinos.
Por ejemplo, de acuerdo con una nota del diario Expreso de Ecuador, publicada el 18 de diciembre de 2014, la empresa Sinohydro tiene algunas denuncias en ese país desde 2012, año que empezó con la construcción de la represa de Coca Codo. Se le observó por incumplimientos y abusos laborales. Uno de esos múltiples reclamos fue por mala alimentación, insalubridad y falta de atención médica.
Esta compañía tiene quejas similares en Bolivia. En Venezuela, según reportó el medio digital Contrapunto.com el 21 de junio de 2015, una treintena de empresas chinas participan en millonarios proyectos estatales, pero la mayoría de ellas no cumplen las leyes locales. La empresa china CAMC que opera en Bolivia ha sido observada por la adjudicación de proyectos millonarios, tiene denuncias en otros países como Nepal, donde la firma fue acusada en 2012 de sobornar a la esposa del primer ministro y al ministro de Finanzas con el pago de comisiones ilegales para ganar la adjudicación de la construcción de un aeropuerto con un alto sobreprecio. El precio del proyecto pasó de 180 a 305 millones de dólares, según el diario Sina English, reportó ANF. También en Bangladesh, en mayo de 2015, el director general de suministro de agua y alcantarillado compareció ante una comisión anticorrupción, luego de adjudicar una planta de tratamiento de agua a la empresa china CAMC sin licitación, ni investigación de antecedentes, cita el diario Dhaka Tribune.
En Perú, el diario La República reveló que CAMC entregó más de 4,6 millones de dólares al exministro de Economía y exparlamentario Víctor Joy Way, durante el gobierno de Alberto Fujimori, por concepto de comisiones, según un informe de la comisión investigadora de la negociación y renegociación de la deuda externa 1990-2000. En noviembre pasado, el embajador de China en Bolivia, Wu Yuanshan, reconoció en una entrevista con El Deber que hay empresas chinas, tanto públicas como privadas, que tienen problemas en la ejecución de sus proyectos en el país.
Página Siete se comunicó con la Cámara Boliviana China para una entrevista hace dos semanas, pero no tuvo éxito. Créditos condicionan contratación de firmas del gigante asiático Página Siete/ La Paz El expresidente del Banco Central de Bolivia (BCB) Juan Antonio Morales opinó que los créditos chinos son aparentemente ventajosos, pero terminan siendo más costosos que otros que se pueden contratar en el mundo. "Los créditos chinos son ‘créditos atados’, es decir que son créditos para comprar bienes y servicios en la China.
El problema con este tipo de créditos es que reducen la oferta y, por lo tanto, la mejor opción, que se la tendría si las empresas del mundo entero pudiesen concursar”. Otro problema, según Morales, es la transparencia, ya que estos recursos pueden contener costos ocultos. "Tienen también un problema de transparencia, ya que tienen costos ocultos. Bajo la apariencia de condiciones financieras ventajosas, se ocultan precios más altos para los bienes y servicios que ofrecen o calidades inferiores de ellos que las que se podrían conseguir si fuera al mercado internacional.
Que por definición es más amplio”, dijo. Para regular estos créditos, Morales sugiere un férreo control y una fiscalización constante en el proceso de contratación y durante la ejecución de la obra. "No sólo es importante contar con un buen mecanismo de contratación y de adjudicación de los contratos, sino que también la supervisión tiene que ser idónea. Los fiscales de obra tienen un papel importante que cumplir”, remarcó. Por su parte, el economista y expresidente del BCB Armando Méndez manifestó que el gobierno debe planear muy bien cómo utilizar estos créditos. "Lo único que se puede esperar es que el gobierno se base en rigurosos proyectos de inversión, bien elaborados, y que cumplan todas las etapas. En segundo lugar, que exista una rigurosa supervisión a cargo del gobierno y de especialistas”, subrayó.
CAMC se adjudicó contratos millonarios La empresa china CAMC Engineering se adjudicó seis contratos, tres son obras por 343 millones de dólares, después de que Gabriela Zapata pasó oficialmente a formar parte de la empresa en 2013.
La empresa china está observada, luego de que el periodista cruceño Carlos Valverde reveló un presunto tráfico de influencias entre el Gobierno y la firma asiática, después de conocerse que Gabriela Zapata, su exgerente, mantuvo una relación con el presidente Evo Morales en 2007, con el que tuvo un hijo que falleció, según el mandatario.
La oposición denunció que seis obras adjudicadas por contratación directa o por excepción fueron la construcción de la Planta Industrial de Sales de Potasio, por un monto de 167 millones de dólares; construcción de la presa y obras anexas del proyecto Misicuni (dos contratos), por un monto total de 65,4 millones de dólares; construcción del ingenio azucarero San Buenaventura, por 166,9 millones de dólares; y dotación de cinco taladros (dos contratos) para YPFB, por 70 millones de dólares. La construcción del primer tramo de la vía férrea Montero-Bulo Bulo, por 103,1 millones de dólares, se hizo por licitación internacional, pero quedó sin efecto por incumplimiento de la empresa. Se ejecutaron las boletas de garantía por 22 millones de dólares.
El asesor jurídico de la empresa china CAMC, Fernando Cortez, anunció que esta firma asumirá acciones legales contra Carlos Valverde. Solicitó al Estado se investigue toda la documentación concerniente.
Empresas chinas enfrentan observaciones en varios países de la región y otros continentes, donde se adjudicaron grandes obras de infraestructura gracias a créditos proporcionados por el Gobierno chino, que "amarran” la contratación de firmas de esa nación, entre otras condiciones. Las compañías impulsan grandes proyectos de infraestructura con créditos chinos.
Por ejemplo, de acuerdo con una nota del diario Expreso de Ecuador, publicada el 18 de diciembre de 2014, la empresa Sinohydro tiene algunas denuncias en ese país desde 2012, año que empezó con la construcción de la represa de Coca Codo. Se le observó por incumplimientos y abusos laborales. Uno de esos múltiples reclamos fue por mala alimentación, insalubridad y falta de atención médica.
Esta compañía tiene quejas similares en Bolivia. En Venezuela, según reportó el medio digital Contrapunto.com el 21 de junio de 2015, una treintena de empresas chinas participan en millonarios proyectos estatales, pero la mayoría de ellas no cumplen las leyes locales. La empresa china CAMC que opera en Bolivia ha sido observada por la adjudicación de proyectos millonarios, tiene denuncias en otros países como Nepal, donde la firma fue acusada en 2012 de sobornar a la esposa del primer ministro y al ministro de Finanzas con el pago de comisiones ilegales para ganar la adjudicación de la construcción de un aeropuerto con un alto sobreprecio. El precio del proyecto pasó de 180 a 305 millones de dólares, según el diario Sina English, reportó ANF. También en Bangladesh, en mayo de 2015, el director general de suministro de agua y alcantarillado compareció ante una comisión anticorrupción, luego de adjudicar una planta de tratamiento de agua a la empresa china CAMC sin licitación, ni investigación de antecedentes, cita el diario Dhaka Tribune.
En Perú, el diario La República reveló que CAMC entregó más de 4,6 millones de dólares al exministro de Economía y exparlamentario Víctor Joy Way, durante el gobierno de Alberto Fujimori, por concepto de comisiones, según un informe de la comisión investigadora de la negociación y renegociación de la deuda externa 1990-2000. En noviembre pasado, el embajador de China en Bolivia, Wu Yuanshan, reconoció en una entrevista con El Deber que hay empresas chinas, tanto públicas como privadas, que tienen problemas en la ejecución de sus proyectos en el país.
Página Siete se comunicó con la Cámara Boliviana China para una entrevista hace dos semanas, pero no tuvo éxito. Créditos condicionan contratación de firmas del gigante asiático Página Siete/ La Paz El expresidente del Banco Central de Bolivia (BCB) Juan Antonio Morales opinó que los créditos chinos son aparentemente ventajosos, pero terminan siendo más costosos que otros que se pueden contratar en el mundo. "Los créditos chinos son ‘créditos atados’, es decir que son créditos para comprar bienes y servicios en la China.
El problema con este tipo de créditos es que reducen la oferta y, por lo tanto, la mejor opción, que se la tendría si las empresas del mundo entero pudiesen concursar”. Otro problema, según Morales, es la transparencia, ya que estos recursos pueden contener costos ocultos. "Tienen también un problema de transparencia, ya que tienen costos ocultos. Bajo la apariencia de condiciones financieras ventajosas, se ocultan precios más altos para los bienes y servicios que ofrecen o calidades inferiores de ellos que las que se podrían conseguir si fuera al mercado internacional.
Que por definición es más amplio”, dijo. Para regular estos créditos, Morales sugiere un férreo control y una fiscalización constante en el proceso de contratación y durante la ejecución de la obra. "No sólo es importante contar con un buen mecanismo de contratación y de adjudicación de los contratos, sino que también la supervisión tiene que ser idónea. Los fiscales de obra tienen un papel importante que cumplir”, remarcó. Por su parte, el economista y expresidente del BCB Armando Méndez manifestó que el gobierno debe planear muy bien cómo utilizar estos créditos. "Lo único que se puede esperar es que el gobierno se base en rigurosos proyectos de inversión, bien elaborados, y que cumplan todas las etapas. En segundo lugar, que exista una rigurosa supervisión a cargo del gobierno y de especialistas”, subrayó.
CAMC se adjudicó contratos millonarios La empresa china CAMC Engineering se adjudicó seis contratos, tres son obras por 343 millones de dólares, después de que Gabriela Zapata pasó oficialmente a formar parte de la empresa en 2013.
La empresa china está observada, luego de que el periodista cruceño Carlos Valverde reveló un presunto tráfico de influencias entre el Gobierno y la firma asiática, después de conocerse que Gabriela Zapata, su exgerente, mantuvo una relación con el presidente Evo Morales en 2007, con el que tuvo un hijo que falleció, según el mandatario.
La oposición denunció que seis obras adjudicadas por contratación directa o por excepción fueron la construcción de la Planta Industrial de Sales de Potasio, por un monto de 167 millones de dólares; construcción de la presa y obras anexas del proyecto Misicuni (dos contratos), por un monto total de 65,4 millones de dólares; construcción del ingenio azucarero San Buenaventura, por 166,9 millones de dólares; y dotación de cinco taladros (dos contratos) para YPFB, por 70 millones de dólares. La construcción del primer tramo de la vía férrea Montero-Bulo Bulo, por 103,1 millones de dólares, se hizo por licitación internacional, pero quedó sin efecto por incumplimiento de la empresa. Se ejecutaron las boletas de garantía por 22 millones de dólares.
El asesor jurídico de la empresa china CAMC, Fernando Cortez, anunció que esta firma asumirá acciones legales contra Carlos Valverde. Solicitó al Estado se investigue toda la documentación concerniente.