El petróleo cayó ayer en Nueva York a sus niveles más bajos desde diciembre de 2003 derribado por el pesimismo sobre el futuro de China, el mayor importador mundial de crudo. 
Nueva York | AFP

El barril de “light sweet crude” (WTI) para febrero perdió 1,75 dólares a 31,41 dólares; lo cual es su menor en valor en 12 años tras haber perdido más de 10 por ciento la semana pasada. En Londres el barril de Brent, también para febrero, que igualmente cayó en un nivel parecido la semana pasada, dejó 1,61 dólares a 31,55; lo cual es su precio más bajo desde la primavera boreal de 2004. “Sigue la misma historia”, sintetizó John Kilduff de la firma Again Capital. “Esta reciente caída está, ante todo, vinculada a la inquietud por China”, añadió.

Tras caer la semana pasada, la bolsa de Shanghái perdió ayer 5,33 por ciento en medio de la preocupación generalizada por la ralentización de la economía de China, la segunda del mundo, y la falta de confianza en la política económica de Pekin. “Esto abarca desde una baja en las estimaciones de crecimiento” de las que se hizo eco la prensa oficial china “hasta operaciones con la moneda china” como las realizadas por el banco central de ese país, dijo Kilduff. “Incluso se dice que las autoridades se aprestan a no comprar más petróleo para sus reservas estratégicas”, dijo. “Si bien eso no es un reflejo fiel de la demanda, de todas formas influye”, añadió.

La inquietud por China, y por todos los grandes emergentes, derribó en 2015 al ya castigado mercado por la abundante oferta. “La demanda china puede ser el tema de inquietud del día, pero el mercado petrolero tiene otros problemas; en primer lugar por la perspectiva de un aumento de la oferta cuando Irán vuelva a los mercados”, advirtió Tim Evans de Citi. “Según Fatih Birol, director de la Agencia Internacional de Energía los precios del petróleo podrían empezar a subir a fines de 2016 o a comienzos de 2017”, dijo Evans.

Bolsas mundiales reaccionan con cautela ante nueva caída

Nueva York | Efe

Los mercados mundiales reaccionaron ayer ante un nuevo desplome de las bolsas chinas con otra jornada de ventas menores de lo previsto inicialmente en Europa, mientras que Wall Street se desmarcó y su principal referencia terminó al alza. Por tercera vez en el nuevo año, las bolsas chinas se hundieron ayer. Los inversores esperaban un “lunes negro” que terminó siendo “gris” ya que los retrocesos en China no fueron tan fuertes como los dos de la semana pasada, cuando se tuvo que suspender la cotización en dos ocasiones tras caer más de un 7 por ciento.

El gran temor de los mercados era que ayer quedaron desbloqueadas un billón de acciones en China que no podían salir al mercado desde la crisis del verano pasado, aunque al final hubo ciertos límites a ese desbloqueo y eso ayudó a frenar la sangría. Con las bolsas de Asia y Europa ya cerradas, Wall Street se desmarcó y su principal referencia, el Dow Jones, terminó la jornada con un alza del 0,32 por ciento.