La actual Ley 3058, vigente desde 2005, debe ser actualizada para que el sector hidrocarburífero pueda reactivarse.
Mientras el Gobierno entrante anuncia la necesidad de una nueva Ley de Hidrocarburos, las petroleras privadas subrayan que el éxito o el fracaso de esta reforma dependerá de al menos tres pilares claros y concretos.

La Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía (CBHE) sostiene que el país solo podrá competir por inversiones si reduce la carga fiscal —el llamado government take—, si restablece mecanismos de arbitraje internacional y si actualiza los precios internos que actualmente desincentivan la producción. El gremio considera que Bolivia aún tiene mucho potencial geológico, pero carece de condiciones mínimas para atraer capital.

Fuente: La Razón

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