Tras años de reconocimiento geológico, de desarrollo de las técnicas más adecuadas para cada rincón de la formación y de obras de infraestructura que ya empiezan a demostrar su efecto, 2026 se perfila como la aceleración definitiva y de consolidación exportadora de Vaca Muerta, pese a un escenario internacional que exige prudencia.
El año próximo se presenta como el punto de inflexión para el desarrollo de los recursos no convencionales de la Cuenca Neuquina, con inversiones millonarias que tan solo en el ustream, es decir en la perforación y producción de los pozos promete superar cómodamente los u$s10.000 millones de acuerdo a las estimaciones más moderadas, y escalar al menos hasta los u$s12.000 millones para los más optimistas.
De acuerdo a distintas estimaciones de mercado, 2026 se presenta como un período de consolidación en el desarrollo y la proyección de inversión en Vaca Muerta. Tras un ejercicio 2025 que mantuvo un alto nivel de inyección de capital, el foco de las principales operadoras se dirige al aumento de la eficiencia y la infraestructura necesaria para un salto en la producción.
La cifra de inversión en Vaca Muerta para 2025, que se acerca a los u$s9.500 millones, se ubica por sobre los u$s8.400 millones registrados en 2024, pero el presente año si se consideran las inversiones petroleras totales en la Argentina, con el shale como motor principal, la cifra supera u$s11.500 millones.
Gran parte de este capital fue concentrado por empresas clave como YPF que proyectó la mayor inversión, superando los u$s4.100 millones, con fuerte foco en el shale. Vista Energy anunció un desembolso superior a los u$s1.500 millones, mientras que Pan American Energy (PAE), Shell, Pluspetrol y Tecpetrol también mantuvieron planes de inversión por sobre los u$s500 millones cada una en la Cuenca Neuquina.
Proyecciones de crecimiento y la meta exportadora
Vaca Muerta, que hoy concentra el 65,5% de la producción de petróleo y el 72% del gas del país, prevé un nuevo crecimiento para el próximo año, sustentado en la actividad no convencional y la expansión de la capacidad de transporte.
De acuerdo con los datos del mercado y del gobierno neuquino, el crudo registrará una suba interanual del 29% en la producción, con lo cual la diaria promedio se ubicará en 665.720 barriles al día (bbl/d). El 54% del volumen total de crudo, una vez abastecida la demanda nacional, está saliendo al mercado internacional.
El gas natural sumará un crecimiento del 6,1% interanual, alcanzando una producción promedio de 99,3 millones de metros cúbicos diarios, de los cuales el 89% del total provendrá de yacimientos no convencionales.
La clave de este salto productivo reside en la expansión de la infraestructura crítica. La plena operatividad del Gasoducto Perito Moreno (GPM) permite evacuar la creciente producción de gas hacia el centro y norte del país. En el segmento de petróleo, la ampliación del Oleoducto Troncal de Oldelval y la optimización del Oleoducto Trasandino (OTASA), sumadas a la futura construcción de nuevas terminales portuarias en la costa atlántica, son vitales.
Inversiones estratégicas con horizonte 2026
Los planes de las principales empresas reflejan este ambicioso panorama productivo, con una concentración de capital en los bloques más activos.
YPF proyecta enfocar todas sus inversiones a partir de 2026 exclusivamente en la formación no convencional. Este giro estratégico busca maximizar la actividad en el shale y posiciona a YPF para encabezar las operaciones, con proyecciones de inversión que podrían alcanzar los u$s4.500 millones y un nivel de actividad de 13.600 etapas de fractura para ese año.
Vista Energy anunció un plan plurianual que incluye una inyección de entre u$s1.500 millones y u$s1.600 millones. Este capital forma parte de un Plan Estratégico 2026-2028 de más de u$s4.500 millones, cuyo objetivo es aumentar la producción de petróleo para alcanzar los 180.000 barriles diarios de petróleo equivalente (boe/d) para 2028.
Para Pluspetrol, el desarrollo de sus proyectos de Vaca Muerta, especialmente el bloque Bajo del Choique, demandará unos u$s800 millones anuales a partir de 2026 para continuar el desarrollo de Bajo del Choique-La Invernada, buscando alcanzar una producción de 70.000 barriles diarios de petróleo para finales de ese año. Además, el proyecto "Vaca Muerta Liquids" comenzará a construirse en 2026, y es un megaproyecto con una inversión de más de u$s2.000 millones adicionales. Tecpetrol, el brazo petrolero del Grupo Techint, planea inversiones de más de u$s2.500 millones en Vaca Muerta para aumentar su producción de petróleo de 20.000 a 100.000 barriles diarios para 2026. El plan incluye el desarrollo del área Los Toldos II Este con infraestructura y pozos, buscando alcanzar una producción de 35.000 barriles diarios hacia fines de 2026. Pampa Energía invertirá u$s750 millones en 2026 como parte de un plan de desarrollo de u$s1.600 millones para su proyecto de shale oil en el bloque Rincón de Aranda. Allí la inversión tiene como objetivo aumentar drásticamente la producción de petróleo, conectar nueva infraestructura y llevar el yacimiento a su máximo potencial hacia finales del año próximo para complementar su amplia cartera gasífera. Shell también compromete para el año próximo al menos unos u$s600 millones para consolidar su posición en la cuenca, es decir con la inauguración de la primera planta de procesamiento de petróleo y gas en Bajada de Añelo, y en paralelo continuar desarrollando los bloques de petróleo Sierras Blancas, Cruz de Lorena y Coirón Amargo Sur Oeste. Además, se espera una definición para el proyecto de GNL con YPF, en etapa de pre-FEED o Front End Engineering Design.
Desarrollo de infraestructura clave
El sostenimiento del crecimiento productivo de Vaca Muerta está directamente vinculado a la expansión de la capacidad de transporte, y el año 2026 también será decisivo para proyectos de infraestructura.
TGS realizará inversiones de u$s700 millones en obras a desarrollar durante 2026 para ampliar el Gasoducto Perito Moreno e incrementar la capacidad de evacuación de Vaca Muerta, con el objetivo de aumentar el suministro de gas natural. Este proyecto, que incluye nuevos tramos de ductos y plantas compresoras, se financiará mediante la figura de iniciativa privada y tiene como finalidad sustituir importaciones de GNL y gasoil.
Oleoductos del Valle (Oldelval) invertirá en el Proyecto Duplicar Norte, el cual se espera que alcance una capacidad temprana de transporte de petróleo para fines de 2026. Este proyecto busca ampliar la capacidad desde Vaca Muerta hasta la estación de bombeo de Allen, Río Negro. Se estima una inversión de aproximadamente u$s450 millones para esta primera etapa.
Vaca Muerta Oil Sur (VMOS) es el megaproyecto de oleoducto y plataforma exportadora en las costas de Río Negro que entrará en su primera etapa en operación en el último trimestre de 2026, con una inversión en torno a los u$s3.000 millones totales. Para entonces se espera habilitar unos 180.000 barriles de capacidad y lograr hacia 2027 el total proyectado de unos 520.000 barriles diarios, todos destinados a exportación, dando resolución final al cuello de botella del petróleo.
Finalmente, el Gas Natural Licuado (GNL) tiene un entramado de etapas que conforman el proyecto Argentina LNG, detrás del cual se eo¿ncolumnó buena parte de la industría. Si bien el proyecto de Southern Energy y el encabezado por YPF, ENI, Adnoc y Shell, podrían entrar en marcha en 2027, el año 2026 será crucial para la definición de la estructura de inversión y el andamiaje necesario que sustente el crecimiento de la producción de gas para su futura exportación.
Para dar una referencia de las magnitudes de las inversiones, el proyecto Southern Energy que encabeza Pan American Energy prevé una primera etapa de inversión de unos u$s3.500 millones entre 2026 y 2028, es decir el período en el cual se pondrán en operaciones los dos buques licuefactores Hilli Episeyo y MKII. El total a desembolsar por el consorcio será de unos u$s15.000 millones a lo largo de los 20 años de vida util.
Otra magnitud, sin dudas, tendrá el mayor de los proyectos que encabeza YPF, junto a Eni y Adnoc, por el cual se prevén inversiones totales por unos u$s20.000 millones, más otros u$s10.000 en el desarrollo de yacimientos para abastecer de gas y petróleo a la terminal en el Atlántico. Pero el nivel de inversiones no será inmediato ya que el primero de las unidades flotantes estará operativa recién para 2029
Fuente: iProfesional
