Transporte eléctrico al 2050: cifras, ritmo y realidades del plan uruguayo Uruguay ha sido señalado en la región como un país pionero en la transición energética. Sin embargo, cuando se baja a tierra el discurso y se observan las cifras del transporte público, la brecha entre los objetivos y la realidad se hace evidente.
Hoy circulan en Montevideo 1.547 ómnibus urbanos, de los cuales solo 177 son eléctricos, lo que representa poco más del 11 por ciento de la flota total. La empresa CUTCSA, que opera la mayoría del sistema con 1.154 unidades, acaba de incorporar 50 nuevos vehículos eléctricos y proyecta sumar otros 60 antes de fin de año. Con esa expansión, la capital superará las 200 unidades eléctricas, es decir, cerca del 13 por ciento del parque total.
El plan estratégico de CUTCSA fija metas escalonadas: 25 por ciento de la flota eléctrica para 2025, 50 por ciento para 2030 y 100 por ciento para 2040.
A nivel nacional, la ministra de Industria, Energía y Minería, Fernanda Cardona, ha reiterado la aspiración de que el 50 % del transporte público funcione con energía eléctrica para 2050, integrando ese objetivo en una estrategia de descarbonización de largo plazo.
PRIMERA REUNIÓN INTERINSTITUCIONAL DE MOVILIDAD
En ese marco, esta semana se realizó la primera reunión de la Comisión Interinstitucional de Movilidad Sostenible (CIMS), integrada por varios organismos públicos, intendencias y empresas del sector. El espacio busca coordinar políticas y definir lineamientos comunes para avanzar en la electrificación del transporte. El gesto político es importante, pero el desafío real será pasar de la coordinación a la ejecución efectiva, con presupuestos y cronogramas claros.
La distancia entre los plazos empresariales y los del Estado no es menor. Para alcanzar ese 50 por ciento, deberían sustituirse unas 600 unidades adicionales solo en Montevideo, y miles más en el resto del país. Cada ómnibus eléctrico cuesta entre US$ 350.000 y US$ 450.000, sin contar la infraestructura de carga ni los sistemas de mantenimiento especializados.
Uruguay ya cuenta con su primera electrolinera con una potencia instalada de 600Kw. que permitirá cargar vehículos en pocos minutos El suministro de energía se podrá abonar con tarjetas bancarias o con tarjeta especial que otorga la propia UTE. INCENTIVOS FISCALES
El ritmo actual de incorporación muestra compromiso, pero también limitaciones. Los incentivos del MIEM y UTE —bonificaciones, exoneraciones y programas de apoyo financiero— son pasos necesarios, aunque todavía insuficientes para sostener una renovación masiva.
Fuente: Surtidores
