El país enfrenta un sector energético en crisis, con caída de producción, alta dependencia de importaciones y un esquema de precios desactualizado que genera pérdidas.
El ministro de Hidrocarburos, Mauricio Medinaceli, dio un diagnóstico sin maquillaje: “El sector hidrocarburos en Bolivia está desestabilizado”. Además, anunció una revisión en el esquema de importaciones y precios sobre el suministro de combustibles. Y así también auditorias en la administración de la estatal YPFB.

El anunció se da después de la transición de mando realizada el pasado fin de semana que marcó el fin de la gestión de casi 20 años del Movimiento Al Socialismo (MAS) y que, en el último quinquenio, dejó una severa crisis económica, marcada por la falta de combustible y escasez de dólares.

Fuente: El Deber

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