En su primera conferencia como ministro de Hidrocarburos y Energías, Mauricio Medinacelli dejó claro que la normalización del abastecimiento de combustible dependerá de dos tareas simultáneas: asegurar el flujo de cisternas que ingresan al país y la revisión profunda del subsidio, un proceso que definió como complejo, técnico y políticamente sensible. “El levantar el subsidio no es una tarea fácil”, dijo sin rodeos, al explicar que el precio de la gasolina y del diésel está sostenido por un andamiaje normativo y financiero que no se puede desmontar “de un día para otro”.
Medinacelli informó que en las últimas 48 horas ingresaron “entre 150 y 200 cisternas, y ayer unas 100 más”, una cifra que permitió “estabilizar el mercado”, aunque aclaró que el objetivo es sostener un flujo cercano a 400 cisternas diarias para recuperar plenamente la oferta.
Fuente: El Deber
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