Dado que el gobierno de Luis Arce no logró solucionar el problema de abastecimiento de carburantes para el país, distintos sectores aprovechan el cambio de gobierno para proponer —por enésima vez— que se importe petróleo crudo, se lo refine en el país y se produzca el diésel y gasolina que escasean de forma permanente desde hace dos años.
El ejecutivo de la Confederación de Petroleros de Bolivia, Carlos Zabaleta, indicó hace pocos días que, al utilizar las refinerías, el Estado ahorraría el 50% del costo por comprar carburantes en el exterior y un litro de diésel llegaría a costar unos Bs 5,50. Según el dirigente, Bolivia pagó más de $us 4.000 millones solo en la importación de diésel y gasolina.
Fuente: El Deber
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