Energía renovable en Guyana. Guyana cuenta actualmente con una de las economías de más rápido crecimiento gracias a sus vastas reservas petroleras marinas. A pesar de ello, Guyana sigue siendo uno de los países más empobrecidos de América Latina y el Caribe.
En 2023, el 58% de los guyaneses vivía en la pobreza, con ingresos inferiores a 6,85 dólares al día, y el 32% vivía en la pobreza extrema, con ingresos inferiores a 3,65 dólares al día. Esta disparidad se agravó después de que el gobierno firmara acuerdos de producción y reparto de ingresos en 2016 con importantes compañías petroleras. Estos acuerdos otorgan a Guyana tan solo el 12,5% de los ingresos petroleros, de los cuales una pequeña parte llega al guyanés promedio. Al mismo tiempo, la energía sigue siendo cara, poco fiable e inaccesible para muchos, lo que agrava la pobreza energética en todo el país.

Para Guyana y otros países en desarrollo, la energía renovable ofrece un camino hacia una energía sostenible, asequible y fiable. Tiene el potencial de sacar a las comunidades de la pobreza y construir un futuro más seguro. Si bien las energías renovables en Guyana muestran un gran potencial, el país debe superar varios desafíos clave para alcanzar su máximo potencial. El estado actual de la energía: La producción de petróleo en Guyana se disparó tras el descubrimiento de reservas petroleras marinas por parte de ExxonMobil en el bloque Stabroek en 2015. Para 2024, la producción diaria alcanzó los 630.000 barriles, con proyecciones de duplicarse para 2027. Esto convertirá a Guyana en uno de los principales productores de petróleo per cápita del mundo. Además, el petróleo abastece más del 99% de la generación y el consumo energético del país.

Guayana genera su energía principalmente a través de sistemas diésel obsoletos y la suministra a través de una red eléctrica deteriorada, lo que provoca graves ineficiencias y frecuentes cortes de suministro. Esto encarece y precaria la energía, dejando a muchos guyaneses en un estado constante de pobreza energética y agravando sus dificultades financieras. La electricidad en Guyana cuesta alrededor de $0,32 por kilovatio-hora, uno de los precios más altos de la región, y el país pierde el 26% de su energía total debido a las ineficiencias de la red eléctrica. Quienes pueden costear la electricidad sufren frecuentes cortes de luz.

Las compañías petroleras han logrado un control significativo sobre el sector energético, incluyendo derechos de monopolio sobre la generación de energía y la red eléctrica, mediante marcos legales diseñados para proteger sus intereses. Si bien el petróleo impulsa el crecimiento del PIB, debido a estos acuerdos, los ciudadanos guyaneses apenas perciben los beneficios. ¿Por qué es importante la energía renovable en Guyana? Las energías renovables ofrecen a Guyana una forma de producir energía económica, fiable y sostenible que reducirá la presión energética y financiera de muchos ciudadanos guyaneses. Consciente de ello, el gobierno de Guyana creó una Estrategia de Desarrollo Bajo en Carbono (EDBC) que se centra en fomentar un crecimiento económico con bajas emisiones para 2030. La EBC hace hincapié en el acceso a la energía para las poblaciones marginadas, la protección del medio ambiente y la colaboración internacional.

A pesar de su gran potencial, el desarrollo de las energías renovables en Guyana sigue siendo lento y desigual.

Energía hidroeléctrica: Guyana tiene un potencial hidroeléctrico estimado de 7600 megavatios, pero actualmente no cuenta con centrales hidroeléctricas a gran escala. El país finalmente abandonó el Proyecto Hidroeléctrico Amaila Falls, propuesto en 2014 para generar más de 1000 gigavatios-hora al año.

Más recientemente, proyectos más pequeños han tenido éxito. En 2024, el país construyó la Central Hidroeléctrica Kumu de 1,5 MW y, en 2025, la Central Moco Moco de 0,7 MW. Estos proyectos proporcionan energía limpia y confiable a varias comunidades del interior.

Energía solar: La energía solar ha experimentado el mayor progreso en Guyana, especialmente en zonas rurales y aisladas de la red eléctrica. En 2023, la Agencia de Energía de Guyana distribuyó 26 398 unidades solares a comunidades remotas, según la EIA. El Proyecto de Sistemas de Energía para el Hogar planea añadir 30 000 unidades más, con un total de 4,8 megavatios de capacidad.

Se instalaron dos minirredes de 45 kilovatios con almacenamiento en baterías en Orealla y Siparuta. El programa GUYSOL puso en marcha una planta solar de 1,5 megavatios en Bartica en 2023, con el objetivo de alcanzar un 19 % de energía renovable en la red nacional.

En marzo de 2024, Guyana firmó un acuerdo de 38 millones de dólares con SUMEC para construir parques solares en tres regiones, añadiendo 10 megavatios. Para 2025, se espera que los nuevos parques solares en Guyana produzcan más de 39 megavatios de energía solar.

Energía eólica y biomasa. La energía eólica en Guyana sigue estando en gran medida subdesarrollada. El país nunca completó un parque eólico de 10 megavatios propuesto para Hope Beach en 2007. Más recientemente, el gobierno propuso una turbina eólica de 450 kilovatios para la isla Leguan, diseñada para complementar un parque solar existente. El sector agrícola de Guyana produce grandes volúmenes de cáscara de arroz y residuos de caña de azúcar, que ofrecen fuentes ideales de combustible de biomasa. Sin embargo, la energía de biomasa sigue estando infrautilizada.

La central eléctrica de biomasa de Skeldon, en Berbice Oriental-Corentyne, es actualmente la única instalación de biomasa operativa. Genera 30 megavatios de energía a partir de residuos de caña de azúcar y suministra energía a las comunidades aledañas. Retos para las energías renovables. A pesar de su gran potencial, el desarrollo de las energías renovables en Guyana se enfrenta a varios obstáculos, como la legislación energética y los elevados costos iniciales. La construcción de infraestructura renovable requiere una inversión inicial considerable. Las comunidades remotas e indígenas son las que menos se benefician de los ingresos petroleros y tienen dificultades para financiar proyectos energéticos, lo que las hace especialmente dependientes de la ayuda pública o internacional.

La inversión estratégica, el apoyo de los donantes y la reforma regulatoria podrían ayudar a Guyana a avanzar hacia un futuro energético más equitativo y sostenible.

Fuente: Proyecto Bogen