La última detención de la producción se extendió por 297 días, implicó una inversión de unos US$ 80 millones en equipamiento y ocasionó pérdidas millonarias por los retrasos debidos a la conflicitivdad laboral, problemas con la compra de insumos y roturas
Con base en las experiencias de las paradas de mantenimiento anteriores y considerando la “complejidad en distintas dimensiones” que esos eventos implican, el Directorio de Ancap encomendó a la Gerencia General la conformación de un equipo de trabajo multidisciplinario para “planificar integralmente” los próximos paros programados de la refinería de La Teja.

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