Se duplican las perforaciones clandestinas en el poliducto de Petroecuador. Tras el robo más reciente de combustible, la Armada del Ecuador encontró seis acoples. Tres de las seis organizaciones criminales que se dedican a este delito son extranjeras. Las seis perforaciones clandestinas fueron identificadas por los militares en medio de la maleza. Estaban cerca de dos tramos de la vía Pascuales, en Guayaquil.
En el sitio también encontraron 120 metros de manguera que los grupos delictivos iban a usar para sacar el combustible. Ahora las bandas colocan varios acoples para extraer el producto en menos tiempo. El 80 % del robo es diésel. «Esta perforación permite a los pillos poder sacar un tanquero de cinco mil galones en 15 o 20 minutos», dijo a Ecuavisa un oficial de la Armada que, por seguridad, no reveló su nombre.
El aumento del precio ilegal de USD 0,80 hasta USD 2,80 por galón convirtió el robo en un negocio redondo. Las redes, que según el Ministerio de Defensa tienen información privilegiada de funcionarios públicos, venden el combustible robado a gasolineras legales, mineras ilegales y hasta a narcotraficantes que lo usan para reabastecer sus lanchas en altamar. Las bandas que están detrás de estos hechos son: Los Lobos, Los Choneros, los Latin King, y los grupos colombianos Comandos de Frontera, ELN y Frente Oliver Sinisterra.
En lo que va del año se han destruido 1 100 acoples clandestinos, y en las últimas dos semanas se han decomisado 34 000 galones de combustible. El poliducto de Petroecuador tiene 1 400 kilómetros subterráneos que cruzan 13 provincias. Las perforaciones se concentran en Sucumbíos, Orellana, Esmeraldas, Santo Domingo de los Tsáchilas, Manabí, Guayas y Santa Elena.
Luego del narcotráfico y la minería ilegal, el tráfico de combustible es la tercera amenaza para el Estado.
Fuente: Agencias