Chevron mantiene envíos limitados hacia Estados Unidos bajo la autorización otorgada en julio por la administración Trump, con un volumen de 108.000 barriles diarios.
China como comprador dominante en el mercado petrolero venezolano El dato de septiembre supone un aumento del 13% respecto al mes anterior, con lo que Venezuela consolida una recuperación sostenida de la producción iniciada en 2021. Este crecimiento se apoya en inversiones extranjeras y en la flexibilización parcial de sanciones, aunque la dependencia de China es cada vez más marcada: 84% del crudo exportado tuvo como destino el gigante asiático. Esta dinámica refleja un mercado donde Pekín aprovecha descuentos y condiciones ventajosas para asegurarse un suministro estable en el contexto de su estrategia energética global.
El dato de septiembre supone un aumento del 13% respecto al mes anterior, con lo que Venezuela consolida una recuperación sostenida de la producción iniciada en 2021. Créditos: AFP En simultáneo, Chevron sigue siendo la única compañía estadounidense autorizada a operar en Venezuela, aunque sus envíos actuales (108.000 barriles diarios) son menos de la mitad de los que logró bajo permisos anteriores, que alcanzaron picos de 300.000. Bajo el nuevo esquema, la petrolera no paga en efectivo al Estado venezolano ni a PDVSA, sino con diluyentes y barriles de crudo en especie. Otros mercados como India y Europa se mantienen al margen por el riesgo de sanciones secundarias, mientras Cuba recibe un promedio de 30.000 barriles diarios, pese a no figurar en el último informe.
La batalla energética del Caribe El repunte de las exportaciones petroleras de Venezuela se da en un escenario regional marcado por la creciente rivalidad entre EE.UU. y China por la influencia en el Caribe. Washington mantiene un enfoque dual: por un lado, combate el narcotráfico marítimo desde aguas venezolanas y, por otro, protege militar y diplomáticamente a Guyana, donde empresas como ExxonMobil y Chevron han impulsado la producción hasta casi un millón de barriles diarios. Esta proyección energética de Guyana reavivó viejas disputas territoriales con Caracas, lo que añade un componente de seguridad y tensión militar a la ya compleja ecuación petrolera.
China se posiciona como el principal beneficiario del aislamiento venezolano, adquiriendo crudo con fuertes descuentos a través de una “flota oscura” y estableciendo acuerdos estratégicos para expandir la producción, pese a las dificultades de refinación y transporte. Créditos: Andy Wong/Reuters Por su parte, China se posiciona como el principal beneficiario del aislamiento venezolano, adquiriendo crudo con fuertes descuentos a través de una “flota oscura” y estableciendo acuerdos estratégicos para expandir la producción, pese a las dificultades de refinación y transporte. Pekín busca así cubrir parte de sus necesidades energéticas a bajo costo y contrarrestar la política de sanciones de Washington en América Latina. Mientras tanto, Europa observa desde la distancia. Aunque compañías como Repsol mantienen intereses en el país, las sanciones estadounidenses y el historial autoritario de Nicolás Maduro disuaden nuevas inversiones.
Fuente: Escenario Mundial
