Empresa señala que cada día Perú pierde US$ 1 millón por el gas que se devuelve al yacimiento de Camisea por falta de demanda local. Sepa los detalles. Sin exploración de gas natural ahora, Perú tendría que empezar a importarlo en 10 años
TGP señala los retos que tendría que afrontar su proyecto de gasoducto por la costa sur, aún bajo análisis del Gobierno TGP señala los retos que tendría que afrontar su proyecto de gasoducto por la costa sur, aún bajo análisis del Gobierno

Han pasado 21 años desde que se inició la explotación del yacimiento de Camisea (Cusco) y el transporte por ducto de su gas natural hacia Lima, Callao e Ica, pero hasta ahora no se logra la esperada masificación en su consumo al resto del Perú a precios competitivos, entre otros, por falta de mayor infraestructura para el transporte de ese combustible.

Mientras la mayoría de los países de la región donde se descubrió ese gas avanzó en el tendido de gasoductos, como Brasil (con 9,608 kilómetros), Bolivia (4,167 km), Colombia (7,460 km), Argentina (16,000 km), el Perú sigue a la cola, con solo 925 kilómetros (gasoducto de Camisea).

Es preciso recordar que, si bien el proyecto del Gasoducto Sur Andino quedó trunco el año 2017 tras el escándalo que involucró a Odebrecht -que lideraba el consorcio a cargo de su construcción- desde entonces hasta ahora los sucesivos gobiernos vienen ofreciendo sacar adelante, pero sin mayor avance, el proyecto del SIT Gas, para llevar el gas al sur por la sierra.

Además, si bien hay concesiones para la distribución de ese combustible en regiones del norte y del sur, el gas debe ser transportado en camiones cisterna, cuyo costo hace menos competitivo al gas de Camisea con respecto a otros combustibles, si se lo compara con Lima.

La propuesta de TGP En ese contexto, durante el pasado CADE Ejecutivos 2024, la empresa Transportadora de Gas del Perú (TGP) presentó un proyecto para el tendido de un nuevo sistema de ductos de gas hacia el sur, a través de la costa, de 923 kilómetros, que se ejecutaría con inversión 100% privada y autofinanciada, por cerca de US$ 2,000 millones.

El proyecto, denominado TGP Extensión Sur, implica la extensión del plazo contractual de la concesión de la mencionada compañía, que fuera otorgada en el 2000 y expira en el 2033. Requiere una adenda a su contrato con el Estado, para extenderla por 10 años más (hasta 2043).

La iniciativa propone llevar el gas en ducto desde la zona de Humay (en Pisco, región Ica), hasta el nodo energético del sur, que comprende plantas térmicas a diésel y gas ubicadas en Ilo (región Moquegua) y Mollendo (región Arequipa), y a la ciudad de Arequipa, y todavía sigue en evaluación del Ministerio de Energía y Minas (Minem).

Los retos que enfrentaría el nuevo proyecto Durante la XIV Conferencia Gas Natural Perú 2025, Enrique Martínez, gerente senior de Nuevos Negocios y Relaciones Institucionales de TGP, refirió que, si bien, constructivamente el proyecto TGP Extensión Sur es mucho menos complicado que el gasoducto de Camisea, tiene otro tipo de retos.

A diferencia del gasoducto de Camisea, que se inicia en la zona de Camisea, en la selva del Cusco y atraviesa una accidentada geografía andina, el tendido de ductos de TGP Extensión Sur (al ir por la costa) atravesará desiertos, zonas de cultivo costeras y áreas de impacto arqueológico.

“Además de los temas constructivos, sociales, ambientales, que tiene que enfrentar cualquier tipo de proyecto, están los relacionados a los problemas de la normativa”, observó Martínez.

“La normativa actual no pensó en renovaciones con proyectos tan grandes como el nuestro. Pensó solo en que terminaban las concesiones y se iniciaba un nuevo proceso de licitación”, subrayó.

Cada día se debe reinyectar un 20% de la producción de gas natural en yacimiento de Camisea, por falta de demanda Ese volumen que se regresa a los pozos, pues está prohibido arrojar el gas al ambiente, lleva a pérdidas que Martínez estimó en cerca de US$ 1 millón por día, y que es el monto que -remarcó- el país podría percibir en regalías y canon diariamente.

Al respecto, el exviceministro de Energía, Arturo Vásquez, estimó que la cantidad de gas que se reinyecta en Camisea representa cerca del 20% de la producción diaria de gas, cuando ese volumen debería ponerse en valor, por lo cual remarcó que contar con nueva infraestructura de transporte de ese producto es la gran tarea pendiente. Si bien las reservas actuales de gas natural permitirán atender la demanda solo por 15 años más, Vásquez recordó que el Lote 58, de CNPC, ya cuenta con reservas certificadas listas para entrar en producción, lo que convierte a este activo en una oportunidad inmediata (Perupetro espera que entre en producción a fin del 2026).

Entre ellas señaló que, si ese ducto costero obtuviera autorización ahora, estaría listo -según proyección que dijo haber recibido de la misma empresa- aún en el año 3032, lo cual consideró un exceso pues el proyecto por la sierra sur planeaba un plazo de ejecución menor, de cinco años.

Además, el experto dijo que la empresa habría planteado que, en caso de enfrentar problemas sociales durante el tendido del ducto en la zona de Marcona (Ica) concluiría sus obras en ese lugar, es decir que ya no lo extendería hasta Ilo ni Mollendo. De ser ese el caso, Gutiérrez indicó que eso ya de por sí haría innecesario el proyecto TGP Extensión Sur, pues actualmente la empresa Contugas ya cuenta con un ducto de gas que va de Pisco hasta la zona de San Juan de Marcona, si bien es de menor diámetro al que tendría el que ahora se está planteando.

Gestión consultó al Minem cuándo concluiría su evaluación de la propuesta de TGP para su proyecto TGP Extensión Sur, pero hasta el cierre de este reporte, no obtuvo respuesta.

Fuente: Gestion