Foto: Especial Compartir La cercanía de Paraguay con EE.UU. y el alineamiento de Peña podrían complicar los acuerdos sobre la energía de la represa binacional. La relación entre Paraguay y Brasil en torno al Tratado de Itaipu enfrenta un escenario de incertidumbre ante el aumento de la influencia estadounidense en la región. La política de Santiago Peña, que busca acercar Paraguay a Estados Unidos, ha generado preocupación por posibles repercusiones en las negociaciones sobre el Anexo C del tratado, que regula la venta y distribución de energía excedente de Paraguay a Brasil. Históricamente, Paraguay ha priorizado la venta de su excedente energético a su vecino, pero la participación de EE.UU. en la zona, mediante iniciativas como la creación de bases antiterroristas en la Triple Frontera o acuerdos para recibir solicitantes de asilo, podría alterar el equilibrio estratégico regional. Además, el interés de Estados Unidos en utilizar la energía de Itaipu para facilitar la operación de grandes centros de datos tecnológicos refleja un enfoque adicional que podría desafiar las condiciones establecidas originalmente en el tratado.
La presencia de actores externos en la negociación podría entorpecer los avances y reducir la influencia diplomática de Brasil, especialmente si nuevas posturas restrictivas se adoptan en respuesta a los movimientos de Paraguay y sus vínculos con EE.UU. La coyuntura evidencia un momento delicado en la coordinación energética y política entre ambos países, marcada por tensiones derivadas de intereses geopolíticos y económicos.
Fuente: El Congresista