La consultora proyecta que la capacidad instalada global de FLNG crecerá desde 14,1 Mtpa en 2024 a 42 Mtpa en 2030, y llegará a 55 Mtpa en 2035 , es decir que casi cuadruplicará su tamaño actual. Esta aceleración es resultado de avances tecnológicos, costos competitivos, y sobre todo, la capacidad de esa tecnología adaptarse a yacimientos más pequeños, dinámicas de mercado más volátiles y territorios donde los permisos para plantas terrestres son difíciles de obtener. Los datos son contundentes: las unidades de FLNG puestas en servicio antes de 2024 alcanzaron un 86,5% de utilización en 2024 y mantienen un 76% en lo que va de 2025, cifras que igualan o superan las tasas de uso de plantas terrestres. Esto demuestra que ya no se trata de una tecnología experimental, sino de una opción madura y rentable.
Costos del GNL a la baja
El informe también revela que los costos de capital por tonelada de licuefacción disminuyeron drásticamente: de más de 2.100 dólares por tonelada en el caso del Prelude (Shell), que enfrentó sobrecostos y una producción inestable, se evolucionó hacia niveles promedio de 1.054 dólares en la costa del Golfo de EE. UU., e incluso a menos de 650 dólares por tonelada en proyectos basados en reconversiones de buques metaneros.
Crux, el proyecto de Shell que abastecerá a Prelude FLNG.
Proyectos como GNL Camerún (500 USD/ton) o MK II (630 USD/ton) demostraron que la reutilización de buques tipo Moss, con sus tanques esféricos y diseño modular, es una vía eficiente para poner en marcha nuevas plantas flotantes. A esto se suma un factor clave: la velocidad de ejecución. Mientras que una planta terrestre tarda en promedio 4,5 años en completarse, los proyectos FLNG pueden estar listos en 2,8 a 3 años, lo cual permite retornos más rápidos y menor exposición a riesgos de mercado. Además, al ser activos móviles, los buques FLNG pueden ser reubicados o vendidos si un proyecto se estanca, algo impensable en una planta terrestre.
El desembarco argentino en el club del FLNG En este contexto global, Argentina dio un paso estratégico con el proyecto Argentina LNG, cuya primera fase la lleva adelante el consorcio Southern Energy (una sociedad entre PAE, YPF, Golar, Pampa Energía y Harbour Energy). El primer hito del plan fue la decisión final de inversión (FID) para traer el buque Hilli Episeyo al Golfo San Matías, en la provincia de Río Negro, marcará el inicio operativo del proyecto en 2027.
El Hilli Episeyo, un metanero de 1975 reconvertido en 2017, cuenta con cuatro trenes de licuefacción de 0,6 Mtpa cada uno, totalizando 2,4 Mtpa de capacidad. Actualmente opera en Camerún y llegará a Argentina en 2026, con inicio de operaciones previsto para mediados de 2027. El buque Hilli Episeyo llegará a la Argentina en 2027.
Las condiciones marítimas del golfo argentino son más desafiantes que en África: olas de hasta 5,9 metros, cuando el barco fue diseñado para resistir hasta 4. Por eso, fue necesario rediseñar su sistema de amarre. Además, se están invirtiendo USD 300 millones en infraestructura: un gasoducto onshore (18 km), offshore (4,5 km) y plantas compresoras para conectar con el sistema troncal.
Impacto económico y proyecciones
Durante sus 20 años de operación, el Hilli Episeyo generará entre USD 17.000 y 24.000 millones en exportaciones, más de 850 empleos en operación directa, un 50% de participación de proveedores locales, unos USD 6.900 millones en inversión en activos y entre USD 6.000 y 11.000 millones en ventas de gas. Además, para lograr operaciones todo el año se planifica la construcción de un gasoducto dedicado de 500 km desde Vaca Muerta. La FID de esta obra clave se espera para fin de este año , con entrada en operación prevista para 2028/2029. Permitirá al barco operar con 11,4 MMm³/día, eliminando la estacionalidad del proyecto.
El segundo buque: MKII, más moderno y potente
El segundo gran paso será la incorporación al proyecto Southern Energy el del buque MKII , actualmente en proceso de reconversión en un astillero chino. Este metanero, construido en 2004, es más moderno y de mayor capacidad: 3,5 Mtpa (15,6 MMm³/día), con dos trenes de licuefacción y 393 metros de eslora. Con ambos buques operando en paralelo, Argentina alcanzaría una capacidad total de 6 Mtpa (27 MMm³/día), lo que transformará radicalmente su balanza comercial energética. Además, operar dos unidades en simultáneo reduce tiempos de carga, evita dobles fondeos y mejora la competitividad en mercados internacionales. El MKII estará listo para fines de 2027 o inicios de 2028. Se espera que la decisión final de inversión sea anunciada en las próximas semanas.
La alianza de YPF con ENI y Shell
Por otro lado, YPF avanza en la concreción de nuevas etapas del megaproyecto Argentina LNG . Este año firmó un memorándum con la italiana ENI para analizar la instalación de dos unidades flotantes con capacidad de 6 MTPA cada una en la costa rionegrina. Se prevé que el primer barco esté operativo en el año 2029, si se rubrica la FID. Mientras que Shell , otro socio estratégico de YPF, podría sumarse al desarrollo de un tercer proyecto de GNL de 12 millones de metros cúbicos por día.
Fuente: LMNeuquén