La renegociación exitosa parece haber evitado estos escenarios adversos. La empresa mantendrá su actividad bajo términos económicos revisados. UTE asegura el suministro de energía renovable con un costo menor al inicialmente pactado.
UTE concretó una renegociación del contrato con Fenirol S.A., su proveedor de energía renovable. La empresa pública había decidido previamente anular una extensión del acuerdo pactada antes del cambio de gobierno. Tras nuevas conversaciones, el directorio de UTE aprobó por unanimidad una prórroga modificada del contrato vigente.

La ampliación original, dejada sin efecto a partir del 5 de julio, sufrió ajustes significativos. La nueva versión difiere en plazos y montos financieros respecto al acuerdo inicial. Estos cambios fueron el resultado de la revisión emprendida por la actual administración de la empresa estatal.

La extensión contractual finalmente acordada reduce considerablemente el plazo comprometido. En lugar de los 149 meses pactados en febrero, el nuevo período será de 96 meses, equivalentes a ocho años. Esta reducción temporal genera un impacto directo en el monto total a pagar.

¿Cuáles son los detalles del nuevo acuerdo? Según informó la gerencia al directorio, el menor plazo implica un ahorro estimado de US$ 35 millones para UTE. Este monto incluye el IVA correspondiente. La compra de energía renovable producida por Fenirol se verá así reducida en su costo global. La principal causa de este ahorro es la duración acortada.

Además de la reducción del plazo, se modificó el precio unitario de la energía. La tarifa por megavatio hora suministrado se fijó en US$ 87,4. Este valor contrasta con los US$ 108,9 establecidos en el contrato original del año 2009. Representa una disminución aproximada del 17%.

Fuentes de UTE destacaron esta rebaja como un elemento clave del nuevo acuerdo. La empresa Fenirol genera electricidad a partir de biomasa, utilizando residuos forestales y cáscara de arroz. Sus instalaciones se ubican en el departamento de Tacuarembó, contribuyendo localmente.

El decreto 216/024 insta a UTE a extender «los contratos de compraventa de energía eléctrica a centrales generadoras que produzcan a partir de biomasa». Este marco normativo respalda la continuidad de los acuerdos con generadores como Fenirol. Busca promover esta fuente energética específica.

La normativa argumenta que «La generación de energía eléctrica a partir de biomasa puede contribuir al desarrollo tecnológico, industrial y de servicios nacionales asociados, consolidando además ciertas cadenas productivas y aporta adicionalmente a la mitigación de impactos ambientales a nivel local y global a través de la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero». Subraya beneficios ambientales y productivos.

La decisión inicial de UTE de no extender el contrato generó reacciones. Surgieron advertencias desde la oposición política y el sector empresarial. Se alertó sobre potenciales impactos ambientales y sociales negativos si Fenirol cesaba operaciones. La continuidad era vista como crucial.

Darío Castiglioni, director por el Partido Nacional en UTE, había manifestado preocupaciones concretas. Advirtió que la no renovación afectaría empleos directos en el departamento de Tacuarembó. La empresa es una fuente laboral relevante en su zona de influencia.

Además, Castiglioni señaló un posible efecto negativo sobre el procesamiento de residuos. La actividad de Fenirol permite gestionar residuos forestales provenientes de aserraderos locales. Su cese podría generar problemas ambientales o logísticos para estos productores.

Fuente: La Red