El gerente general de la compañía destaca la importancia de integrar sostenibilidad, tecnología y gestión local para una matriz más segura y eficiente.
En un contexto energético cada vez más complejo y demandante, Tinguiririca Energía apuesta por una gestión integral que considere tanto la optimización tecnológica como el compromiso territorial y ambiental. Desde su reciente nombramiento como gerente general, Javier Carrasco plantea la necesidad de fortalecer la colaboración público-privada, avanzar en reformas regulatorias y consolidar alianzas estratégicas para enfrentar los retos de la transición energética.

En esta entrevista con Revista ELECTRICIDAD, el ejecutivo aborda las iniciativas de la compañía para mejorar la operación, impulsar la innovación y mantener la confianza de las comunidades, poniendo especial foco en la eficiencia, la sustentabilidad y la adaptación al cambio climático.

¿Cómo evalúa el actual momento que atraviesa Chile respecto a la transición energética?

Chile vive un momento clave en su proceso de transición energética. El apagón del 25 de febrero encendió una señal de alerta para toda la industria, evidenciando la necesidad de seguir fortaleciendo la operación del sistema y su resiliencia. Por ello, es fundamental avanzar en una matriz energética más robusta, basada en múltiples fuentes de generación que aseguren confiabilidad.

Desde Tinguiririca Energía, vemos que el desafío es doble: avanzar hacia una matriz más limpia y descentralizada, sin perder de vista la seguridad y la estabilidad del sistema. En ese contexto, nuestras centrales hidroeléctricas, La Higuera y La Confluencia, juegan un rol estratégico al aportar energía renovable y confiable. Creemos que es clave reforzar la articulación entre los distintos actores del sector y anticiparnos con soluciones que integren sostenibilidad, tecnología y gestión territorial. Es urgente avanzar en propuestas que respondan a las exigencias actuales, pero también en fortalecer la colaboración entre el ámbito público y privado.

Relacionado con lo anterior, ¿qué cambios considera necesarios en el sector?

Uno de los principales desafíos del sector energético es avanzar hacia una planificación más territorial de la generación eléctrica, que permita aprovechar de forma equilibrada las distintas fuentes renovables y optimizar el desarrollo del sistema de transmisión. Por ejemplo, los denominados sistemas de transmisión para “polos de desarrollo”, contemplados en una propuesta de reforma a la legislación eléctrica en 2016, aún no se han concretado.

Por otra parte, la creciente penetración de energías renovables en los últimos 15 años ha puesto en entredicho la viabilidad del actual modelo marginalista de costos auditados que rige el mercado de corto plazo. En esa línea, las propuestas de reforma presentadas tanto por el Coordinador Eléctrico Nacional como por la Comisión Nacional de Energía apuntan a una transformación profunda. Sin duda, se tratará del cambio más relevante desde la promulgación de la Ley General de Servicios Eléctricos en 1982.

Fuente: EI