Durante 2024, la producción total de petróleo en Argentina alcanzó los 744.000 barriles diarios, lo que representa un crecimiento de 11,6% respecto a 2023 y marca el nivel más alto en una década, de acuerdo con el informe anual del Instituto Argentino de la Energía "General Mosconi" , elaborado por Julián Rojo, director técnico de la entidad. No obstante, este volumen aún se encuentra un 15% por debajo del récord histórico alcanzado en 1998. El repunte de la producción se explica principalmente por el fuerte dinamismo del petróleo no convencional, que creció 30,4% interanual impulsado por el desarrollo del shale oil , pese a una leve baja en tight.
En contraposición, la producción convencional continuó su tendencia descendente, cayendo 5,4% respecto a 2023 y acumulando un desplome de 38,6% desde 2014. En el caso del gas natural, la producción anual fue de 50.721 millones de m3, lo que representa un aumento del 5,4% en relación al año anterior y 22,3% más que en 2014. Al igual que en el petróleo, este avance fue sostenido por el gas no convencional, cuya producción creció un 13,6% en 2024, con protagonismo del shale gas. Desde 2015, el gas no convencional mantiene una tasa de crecimiento anual promedio del 21,5%, en tanto que el convencional se redujo 6,6% anual en la última década. Actualmente, las reservas no convencionales superan a las convencionales tanto en petróleo como en gas.
Reservas: caída estructural del convencional
Según los datos de la Secretaría de Energía, las reservas comprobadas convencionales disminuyeron en todas las cuencas entre 2012 y 2023, mientras que las no convencionales crecieron con fuerza, lideradas por la Cuenca Neuquina . Desde 2015, las reservas comprobadas no convencionales crecieron un 1.069% en petróleo y un 208% en gas. Las cuencas más afectadas por la caída de reservas convencionales fueron la Cuyana y la del Noroeste.
Subsidios y transferencias
Las transferencias corrientes en concepto de subsidios energéticos sumaron U$S 7.120 millones en 2024, una caída del 37,3% respecto al año anterior. El mayor ajuste se dio en las transferencias a CAMMESA , que bajaron 33,3% y representaron el 55% del total. El Plan Gas.Ar, vigente desde 2021, recibió en 2024 USD 404 millones, un 11% menos que en 2023. Desde 2014, los programas de incentivos a la producción de gas han acumulado USD 9.665 millones en transferencias. En 2024, las ventas de naftas cayeron 6,2% y las de gasoil bajaron 4,6% en comparación con el año anterior, aunque los niveles de consumo de naftas se mantuvieron por encima del promedio pre-pandemia. En cuanto al gas natural, las ventas totales subieron un 0,9%, aunque todavía se ubican 8,6% por debajo del pico de 2018.
Comercio exterior
El balance comercial energético cerró 2024 con un superávit de U$S 5.668 millones, gracias a un crecimiento del 22,3% en las exportaciones y una fuerte baja del 49,4% en las importaciones. Las exportaciones energéticas aumentaron un 95,8% en la última década, mientras que las importaciones bajaron 64,7% en el mismo período. La importación de gas natural desde Bolivia cayó 44,3% interanual y acumula una baja del 78,7% respecto a 2014. En tanto, las compras de GNL se redujeron un 39,9% respecto a 2023 y 75,6% frente a 2014, consolidando una reducción promedio anual del 13,2% en la última década.
Fuente: El Economista