El viaje del Presidente Lula (PT) a Japón esta semana tiene el tema de la energía en el centro de las discusiones.
Junto con las exportaciones de carne, está en la agenda ampliar la colaboración en el sector de los biocombustibles, con miras a recuperar el flujo comercial entre países. Las agendas previstas para la semana incluyen a representantes de la Confederación Nacional de la Industria (CNI) y de la Unión de la Industria de la Caña de Azúcar y Bioenergía (Única). También forman parte de la delegación presidencial los ministros de Minas y Energía, Alexandre Silveira, y la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva. El martes (25), Lula afirmó que Brasil podría aumentar las exportaciones de etanol si Japón adopta una mezcla del 10% de biocombustible en la gasolina.

La jornada también estuvo marcada por la firma de acuerdos.

Los Ministros de Medio Ambiente de ambos países firmaron un memorando de cooperación técnica y financiera para el desarrollo sostenible. La asociación iniciada en mayo del año pasado, cuando el Primer Ministro japonés visitó Brasil, continúa. BNDES cerró un préstamo de 190 millones de dólares (1.077 millones de reales) con bancos japoneses para financiar proyectos de transmisión de energía, producción de biocombustibles y energías renovables. El Foro Económico Brasil-Japón está previsto para este miércoles (26), en Tokio, con debates sobre descarbonización y energía.

Entre las empresas brasileñas que estarán representadas se encuentran Vale, JBS, BRF, Embraer y Raízen. Japón pretende reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 70% para 2040, en comparación con los niveles de 2013, según la contribución determinada a nivel nacional (NDC) que asume el país para cumplir con el Acuerdo de París.

Fuente: ejes