Esta última entrega del año es una oportunidad propicia para dar una mirada retrospectiva a los eventos que han marcado su transcurrir. Durante la mayor parte estos doce meses, la inestabilidad geopolítica, generada por las guerras y las sanciones económicas, afectaron positiva (alza) y negativamente (baja) la percepción de los actores del mercado petrolero,
generando una volatilidad que hemos venido analizando para intentar entender el complejo mundo de la formación de precios del crudo. A pesar de las promesas de una transición energética, los hidrocarburos continuarán siendo esenciales para la dinámica económica mundial.

La prolongada guerra entre Rusia y Ucrania se convirtió en una guerra de desgaste, excediendo los mil días, esta vez no en trincheras, pero sí motorizada y aérea. Las fuerzas ucranianas lograron ocupar una pequeña parte del territorio ruso en Kursk, con el objeto de frenar la avanzada rusa en el este de Ucrania. También lograron cierto éxito atacando instalaciones petroleras rusas lejos de la frontera, causando daños en el 15 % de las refinerías rusas, en algunos depósitos de combustible y puertos de embarque. Por su parte, Rusia optó por utilizar un contingente de soldados norcoreanos, internacionalizando aún más el conflicto. También comenzó a utilizar armamento más sofisticado y con mayor poder, a veces inclusive sugiriendo que un mayor involucramiento de la OTAN, podría forzarlos a utilizar ojivas nucleares. Ambos bandos han usado drones, un elemento novedoso de esta cruenta guerra.

La confrontación entre Israel y Hamás, inicialmente confinada a la franja de Gaza, se fue expandiendo a medida que Irán y sus aliados, Hezbollah y los rebeldes hutíes, se fueron sumando al conflicto. El éxito militar de las Fuerzas de Defensa Israelí en ese conflicto ha transformado la dinámica geopolítica regional, aunque sin solucionar las razones de fondo. Por otro lado, la caída de la dictadura Siria de Bashar al-Assad, representa un serio revés para Rusia, su presencia en el Medio Oriente y su salida al mar Mediterráneo. Irán también pierde la vía de suministro a sus proxies en Siria, Líbano y Gaza, que ya venían disminuidos por más de un año de pérdidas en sus guerras contra Israel.

En suma, en el año los conflictos bélicos se tradujeron en mayores costos de transporte por las limitaciones de tránsito a través del mar Rojo y el canal de Suez, como consecuencia de los continuados ataques de los hutíes de Yemen, y los cambios en el patrón de exportaciones de Rusia por los daños a su infraestructura. Sin embargo, la capacidad de producción de petróleo y gas de las regiones en conflicto no ha sido mayormente afectada.

En el otro lado del mundo, China no ha perdido la oportunidad para empujar lo que ve como sus legítimas ambiciones territoriales. Los despliegues militares alrededor de Taiwán y en el mar septentrional de China, probablemente para estudiar las reacciones de los países vecinos y en general las de los actores internacionales, son la punta de lanza de una situación que hay que seguir con atención.

La toma de posesión del recién electo presidente norteamericano, Donald Trump, marca en enero de 2025, es un hito significativo, para la política interna de su país, y resto del mundo. La expectativa de una guerra comercial, con aumentos en aranceles e incentivos a la inversión doméstica, repercutirá sobre las economías y relaciones con sus vecinos, hoy socios comerciales, México y Canadá; así como con China, los países BRICS, Europa y Sur América, eso sin contar con el efecto que pueda tener la tan cacareada deportación masiva de inmigrantes.

Del punto de vista de los fundamentos de la industria y los mercados petroleros, la amenaza de una erosión de la demanda mundial petrolera, o al menos de su crecimiento, ha sido la variable que más ha afectado la percepción de los agentes de mercado.

Este temor se debe a la combinación de una economía china en problemas, hasta hace poco el motor del crecimiento en la demanda por energía y las proyecciones de recesión. La economía del gigante asiático no ha logrado reaccionar a los estímulos introducidos por el gobierno central. Igual de relevante ha sido la inflación global que se desató desde la mitad del año 2021 como producto de la crisis energética y el rebote pospandemia, y que motivó políticas monetarias restrictivas en las diferentes economías en la búsqueda de enfriar la economía sin producir recesión, el llamado soft landing. Uno de los efectos colaterales de ese enfriamiento de la economía es un crecimiento en la demanda petrolera menos robusto.

Para finales del año, la inflación dio señales de estar respondiendo a estas políticas, inclusive generando recesión en casos particulares. Así las cosas, los bancos centrales han comenzado a flexibilizar sus políticas y pareciese que nos encaminamos a un año con inflación bajo control y tasas de interés que vuelvan a estimular la inversión y, por ende, una demanda más vigorosa.

Semana a semana, hemos intentado darle sentido a los vaivenes en los precios del crudo, como reacciones a los más recientes eventos y estadísticas. No obstante, analizando el año en retrospectiva, podemos concluir que fue un año donde el mercado reaccionó con cautela, aun ante noticias que parecerían extremas. El año comenzó y parece cerrar con precios del petróleo muy parecidos. Durante el año los precios se movieron dentro de una estrecha banda de 15 dólares, inferior a otros años precedentes. El precio promedio del crudo Brent, fue 80,7 dólares por barril, valor que se acerca a los valores que consumidores y productores consideran aceptables.

Este nivel de precios está probablemente muy cerca de lo que la OPEP+ tratará de mantener si hay entendimiento de los otros productores. Al mismo tiempo, estamos convencidos de que un precio cercano a los 80 dólares por barril, en términos de crudo Brent, les permite a los productores de Shale Oil, el otro swing producer mantener su estrategia de disciplina financiera con crecimiento controlado.

Otro elemento que caracterizó el año fue la consistente divergencia en los pronósticos de demanda y oferta de petróleo de instituciones y analistas; los más relevantes, la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Las proyecciones de estas dos instituciones no coinciden ni siquiera en los pronósticos de demanda para 2024, a menos de un mes del cierre, cuando la realidad debería hacerlos converger.

Antes de cerrar el año En la segunda semana de diciembre, los precios del petróleo finalmente pasaron la página de la dicotomía interpretativa que resultó tras el anuncio de la OPEP+ de posponer el desmontaje de su estrategia de cierre de producción. El tema que ocupa ahora las ansiedades del mercado parece enfocarse en las repercusiones geopolíticas de las decisiones que Trump traerá en términos de sanciones al crudo iraní y venezolano. También se especula sobre la capacidad de hacer efectivas las nuevas sanciones de los países del G7 a la “flota oscura rusa”; el mercado parece interpretar que ambas estrategias tienen alta probabilidad de generar alza en los precios del crudo.

Geopolítica del momento En Siria todavía reina la confusión entre celebraciones y llantos relacionados con la liberación de los presos en las cárceles. Israel bombardeó blancos militares y almacenes de misiles en las afueras de Damasco temiendo que el arsenal suplido por Irán al régimen de Al-Assad para que este mantuviera equipado a Hezbollah termine en manos de los insurgentes. Ahora se apresura a tomar posiciones en la frontera desmilitarizada.

Se desconoce el futuro de las dos bases militares rusas en Siria: la naval de Tartús, en la costa mediterránea, y la aérea de Jmeimim, cerca de la ciudad portuaria de Latakia. Estas bases están consideradas entre los puestos militares estratégicamente más importantes para el Kremlin. Tartús es especialmente crítico, ya que proporciona a Rusia su único acceso directo al mar Mediterráneo. Según la agencia oficial de noticias rusa TASS, los combatientes rebeldes sirios ya han tomado el control total de la provincia de Latakia, donde se encuentran ambas bases. Fuentes militares ucranianas indicaron que Rusia se está retirando de sus bases sirias, aunque Rusia descarta esa posibilidad.

En Corea del Sur triunfó la segunda moción de censura contra el presidente por declarar la ley marcial. El presidente Yoon Suk-yeol será suspendido del cargo y su puesto lo ocupará de forma interina el primer ministro, Han Duck-soo. Los coreanos salieron a la calle para celebrar la destitución de su presidente, aunque su destino todavía debe decidirlo la Corte Constitucional.

En Georgia, Mijaíl Kavelashvili, un político proruso, fue elegido presidente por el Colegio Electoral Central compuesto por diputados y representantes de los gobiernos locales, la primera vez que el presidente no es electo mediante el voto popular. La oposición no ha reconocido los resultados de la votación parlamentaria celebrada el 26 de octubre y la presidenta en ejercicio, Salomé Zurabishvilii, cuestionó la legitimidad del Parlamento para elegir un nuevo presidente para reemplazarla. Los disturbios callejeros continúan.

EE.UU. y Trinidad y Tobago firmaron acuerdos de cooperación militar. Los convenios, que incluyen el renovado Estatuto de las Fuerzas (SOFA) y el Acuerdo de Adquisición y Servicios Cruzados (ACSA), fueron firmados el 10 de diciembre por el ministro de Seguridad Nacional, Fitzgerald Hinds, y representantes del Departamento de Defensa de EUA. Según la embajada de EE. UU. en Puerto España, el nuevo SOFA permitirá una mayor interoperabilidad entre las fuerzas armadas de ambos países, facilitando el intercambio de recursos, personal y servicios logísticos.

Fundamentos y otras noticias La OPEP+ mantiene una producción relativamente constante que promediará 40,5 millones de barriles diarios (MMbpd) para el último trimestre del año y según los acuerdos anunciados, se mantendrá en ese volumen hasta abril del 2025. Según la OPEP, la demanda mundial para finales del 2024 es de 103.8 MMbpd, mientras que la IEA reporta 102,8 MMbpd, diferencia en cifras difíciles de entender.

EE. UU. también mantiene un nivel de producción constante (alrededor de trece millones de barriles por día), y los informes semanales de la EIA indican un crecimiento considerable en el año (alrededor de seiscientos mil barriles por día). No obstante, insistimos en que esos montos pueden ser el resultado de unos cálculos aritméticos que se ajustan por un factor empírico y que normalmente se revisan retrospectivamente. Baker Hughes reporta que el número de taladros activos se mantuvo constante durante la última semana. Los inventarios comerciales de crudo cayeron en un millón cuatrocientos mil barriles (1,4 MMbbls), mientras los de gasolina aumentaron en 5,1 MMbbls, ambas cifrasen el rango inferior promedio de los últimos 5 años.

Reliance de India firmó un contrato de compra de 500 Mbpd de crudo ruso, casi una octava parte de las importaciones diarias de India. Fuentes extraoficiales indicaron que el precio negociado es de 4 dólares por barril por debajo del precio del Brent. El incremento en la compra de crudo ruso se hace a expensas de crudo de Arabia Saudita y Venezuela. Veremos cómo se gestiona esto en un ambiente de nuevas sanciones al crudo ruso.

La petrolera estatal de Libia declaró hoy fuerza mayor en su refinería Zawiya de 120.000 bpd después de los enfrentamientos entre grupos armados cerca de las instalaciones. La compañía dijo que varios tanques de almacenamiento fueron dañados, causando incendios, aunque estos estos fueron controlados posteriormente. Zawiya es la refinería operativa más grande de Libia, con la mayor parte de su producción absorbida nacionalmente. Funciona con crudo del campo petrolífero de Libia, El Sharara, manejado por Repsol.

La producción de México continúa cayendo en medio de problemas presupuestarios y una deuda agobiante de la estatal petrolera Pemex. Se estima que la producción de noviembre fue de 1,3 MMbpd, casi un 30 % por debajo de la producción presupuestada.

Mientras tanto, la producción de Argentina continúa creciendo, tanto por la estatal YPF como por las empresas privadas. En noviembre, se estima una producción promedio de 746 Mbpd, principalmente, un crecimiento que viene de la Cuenca de Vaca Muerta.

Nuestros estimados de balance de suministro y demanda, indican que la demanda actual se mantiene en unos 102,8 MMbpd y el suministro en 102,5 MMbpd.

Comportamiento de los precios El mercado finalmente parece haber digerido que la OPEP+ mantendría su producción actual hasta el fin del primer trimestre y percibe que la inestabilidad en el Medio Oriente y Europa Oriental, representa una amenaza real al desenvolvimiento de las actividades petroleras normales y, por lo tanto, factorizan un mayor riesgo geopolítico. En paralelo, el pregonado incremento de los suministros de otros productores, comienza a presentar dudas, lo que ayudó a fortalecer los precios durante la última semana.

Así las cosas, al cierre de los mercados el viernes 13 de diciembre, los crudos marcadores Brent y WTI, se cotizaban en 74,49 y 71,29 dólares por barril respectivamente. La semana cerró con una ganancia de alrededor de un 4,7 % con respecto a la semana anterior. Venezuela: un año de altibajos políticos, económicos y emocionales Si en la escena internacional, la incertidumbre geopolítica estuvo a la orden del día, la escena pública en Venezuela no se quedó atrás. El sorpresivo éxito de las primarias de la oposición en 2023, con la victoria de María Corina Machado, dio paso a su inhabilitación y tras seguir una accidentada ruta, a la nominación de Edmundo González Urrutia (EGU) como candidato a las presidenciales.

El 28 de julio, a pesar de todas las trabas impuestas por el régimen durante la campaña electoral y el proceso de votar y contabilizar los votos, el objetivo de ganar las elecciones se logró en forma impresionante, aunque no sorprendente, EGU había ganado con el 70 % de los votos. El proceso fue entonces secuestrado por las instituciones del régimen y el Consejo Nacional Electoral, o al menos parte de él, comunicó unos resultados parciales a favor de Maduro y los calificó como irreversibles, declarando a Maduro como el ganador de la contienda. Las protestas en la calle ante el fraude perpetrado no se hicieron esperar, conduciendo a violencia y represión por parte de las fuerzas de seguridad del régimen, ocasionando más de una veintena de fallecidos y más de 2000 detenidos, incluyendo menores de edad.

Sin embargo, en una operación bien planificada e inesperada por el régimen, la oposición logró recabar el 83 % de las actas originales de votación, comprobando el triunfo de EGU por un amplio margen; los únicos observadores internacionales, el Centro Carter y los expertos de la ONU, llegaron a las mismas conclusiones: el proceso reportado por el CNE no llenó los requerimientos de un proceso democrático, por lo que respaldaron los resultados de las actas recogidas por la oposición.

La reacción internacional de los países democráticos, ante la evidencia mostrada por la oposición, fue no reconocer los resultados anunciados por el régimen. Estados Unidos, Ecuador, Italia y otras naciones han reconocido a Edmundo González como el presidente electo de Venezuela. Tanto Maduro como González sostienen que van a ser juramentados el 10 de enero del 2025. Por ahora, la juramentación de EGU parece más bien una quimera, pero las cosas están ocurriendo con extrema velocidad.

Mientras tanto, el régimen continúa tratando de “normalizar” el fraude electoral, usando a actores económicos y políticos como agentes de cabildeo, tanto interno como ante la nueva administración norteamericana. En paralelo, los cuerpos de seguridad intensifican su estrategia de represión, que ha sido censurada por varios organismos internacionales.

El fin de semana se llevaron a cabo las elecciones de jueces de paz, el intento más reciente del régimen para dejar atrás el fraude del 28 de julio. Estas elecciones, con muy escasa participación, serán presentadas por el aparato propagandístico como una muestra de un respaldo popular que en realidad no tienen. La economía no coopera Previo a las elecciones del 28 de julio, el régimen mantuvo anclado el dólar oficial para poder reducir la inflación, una de las grandes preocupaciones de la población, e incrementó el gasto público en los últimos meses de la campaña, en particular asociado a la distribución de cajas CLAP entre sus militantes, allegados y la población vulnerable a ese trato.

Hoy, ya después de las elecciones, la escasez de divisas continúa desbalanceando la estrategia económica del país, delegada a Delcy Rodríguez, vicepresidente y ministro de petróleo. Los ingresos petroleros no suben, el precio de la cesta venezolana oficial ronda los 35,6 dólares por barril, mientras el precio teórico está en 66 dólares por barril, resultado de los descuentos en los crudos exportados os a Asia y los pagos de deuda a Chevron, en los enviados a EE. UU.

El gasto público viene siendo reducido, lo que contribuye con la caída del tamaño de la economía y la baja de consumo general. Buena parte del ingreso petrolero apalancado por un monto utilizado de las reservas internacionales ha sido dirigida al mercado de intervención para frenar la devaluación monetaria. Sin embargo, el dólar oficial ya roza los 50 bolívares y el paralelo los 60.

En un ejemplo de la inseguridad económica y jurídica que enfrenta la industria privada, producto de la discrecionalidad política, Diosdado Cabello, ministro del interior, denunció una “conspiración” de jueces, fiscales, militares y empresarios del Estado Zulia. El procedimiento redundó en la detención de al menos 7 personas y la acusación a José Enrique Rincón, propietario del Grupo Lamar, la principal empresa productora y exportadora de camarones en Venezuela.

Operaciones petroleras La producción de crudo se ha normalizado en el norte de Monagas, a expensas de quemar enormes cantidades adicionales de gas natural asociado que no puede ser recolectadas: la cifra hoy día sobrepasa los dos mil millones de pies cúbicos por día (2000 MMpcd) quemados o venteados. Para poner en contexto la escala de este volumen de gas perdido, la cifra corresponde al consumo diario del resto de Venezuela y Colombia juntos. Se estima que el volumen de gas natural que está llegando a Jose y a la isla de Margarita, principales víctimas del accidente de la planta de Muscar, totalizan entre 250 y 300 MMMpcd.

La producción nacional de crudo promedió esta última semana ochocientos treinta y seis mil barriles por día (836 Mbpd) debido a la reapertura de pozos en el norte de Monagas y algunos de la faja que se habían cerrado por escasez de diluente.

La distribución regional de la producción se muestra a continuación:

Occidente 200 (Chevron 93) Oriente 121 Faja del Orinoco 515 (Chevron 110). TOTAL 836 (Chevron 213) En diciembre de 2023, en este mismo espacio, reportamos una producción de crudo de 751 Mbpd, con una participación de Chevron de 136 Mbpd, lo que indica un aumento de 11,3% de la producción total, mientras que las Empresas Mixtas operadas por Chevron aumentaron en 57% su producción. El año también vio la entrada de volúmenes de parte de Repsol (20 Mbpd) y otros. Cualquier nuevo volumen es una adición bienvenida, pero como la historia de los últimos dos años demuestra, las licencias OFAC, sin el necesario cambio político e institucional, no son suficientes para retomar la senda del crecimiento.

Los niveles de refinación alcanzaron 203 Mbpd de crudo y productos intermedios, con un rendimiento de gasolina de 71 Mbpd y 66 Mbpd de diésel. La torre de destilación de El Palito arrancó después de un largo periodo de inactividad, produciendo nafta que fue enviado a la refinería de PLC para mantenerla operando, ya que todo el crudo liviano fue dedicado a dilución de crudo de la faja.

La situación del mercado interno está muy comprometida con escasez de gasolina y de diésel. Las bombonas de gas desaparecieron del mercado y aparecieron “bachaqueros” de bombonas a precios exorbitantes. Hasta en la ciudad capital, los edificios y casas que dependen de grandes bombonas no han podido ser reabastecidas. Mientras tanto, está llegando el suficiente gas al área de Jose, en el oriente del país, para mantener operativo el 75 % de la producción de metanol y un tren de amoniaco y de urea.

Las exportaciones de crudo, en lo que va de año, promediaron alrededor de 610 Mbpd ligeramente superiores al año 2023. La exportación de los últimos 13 días equivale a un promedio mensualizado de 580 Mbpd, pero ese número tendrá mejor definición a medida que avance el mes.

Fuente: La Patilla