En la actualidad, del total de energía que consume la provincia, un 28% de lo que se genera provienen de plantas que procesan subproductos de la foresto industria y otras que captan energía fotovoltaica con paneles solares. Con la puesta en marcha de nuevas centrales previstas en los próximos meses,
Corrientes podrá acortar la brecha hacia el autoabastecimiento e iniciar el 2025 con el 42% de la matriz originada con fuentes de energía renovable. Techos de barrios enteros dotados de paneles solares, sistemas de calefacción, de aire acondicionado o simplemente para abastecer a un termotanque, escuelas distantes de centros urbanos que pueden contar con iluminación, una heladera, ventiladores y equipo audiovisual para que los chicos estudien y los maestros dicten clases. Hasta hace unos pocos años, para muchos correntinos esa era una postal que se podía ver en películas o apreciar en algún viaje al exterior; pero no una posibilidad concreta, por más que se valoraran los beneficios ambientales de contar con una fuente renovable de energía a disposición. A partir del sinceramiento de las tarifas y la quita de subsidios, las facturas por el consumo eléctrico – tanto doméstico como comercial e industrial – dispararon los costos de vida, de trabajo y de producción en todos los niveles. Y además, con la desaceleración de la inflación, equipamientos que cotizaban en dólares ahora aparecen mucho más accesibles que hace corto tiempo atrás. Con la mira en fomentar la reconversión energética hacia fuentes renovables como un objetivo estratégico que ayude a frenar el impacto de los colapsos por consumo que ocurren cada verano, y que además motorice nuevos procesos comerciales como la venta de subproductos de la industria u hoteles abastecidos por paneles solares, el gobierno lanzó en octubre líneas de crédito con tasas subsidiadas que resultan mucho menores a la oferta financiera tradicional, y se las presentó a unos 30 empresarios de distintos rubros para alentar ese proceso de reconversión. “Hubo muy buena respuesta. El asesoramiento se hace desde el Ministerio de Hacienda, pero en éste área también son muchas las consultas y proyectos que van apareciendo en este mes y medio desde aquella presentación. La energía se tornó para la producción y la industria un costo demasiado incidente y la posibilidad de financiar el equipamiento y bajar los montos de la factura de luz aparece como muy interesante. Varias empresas ya están funcionando con parte de energía solar, otras las están instalando y hay varias licencias otorgadas para pequeñas plantas de generación por biomasa en distintas localidades”, explicó Arturo Busso, secretario de Energía de la provincia. En ese contexto, los primeros meses del 2025 aparecen como una bisagra para el salto cuantitativo: “con toda certeza, vamos a pasar de generar el 28% de la energía que consumimos con fuentes renovables, a hacerlo en un 42%. Pensar en autoabastecernos no es un horizonte tan lejano, sobre todo si se considera el potencial de generación que tenemos a partir de biomasa”, opinó el funcionario. Matriz energética “Imaginemos que la matriz energética es una torta en la cual hay varias porciones: la torta completa es toda la energía que se consume en la provincia; y cada porción representa el origen desde el cual se genera la energía que corresponde a esa porción”, explicó Busso. “Cuando alcancemos el 42% de energía generada por fuentes renovables, nos acercamos a la mitad de la matriz. Este proceso de reconversión toma impulso y luego se desarrolla en su crecimiento de manera acelerada”, evaluó. Las principales fuentes en Corrientes son la solar y biomasa. “Otras fuentes – mareomotriz, eólica o hidroeléctrica de baja potencia – no se pueden implementar”, explicó. El potencial de la biomasa Con 500 mil hectáreas de forestación implantada, Corrientes no solo es la provincia con mayor superficie de bosques destinados a la actividad industrial, sino también la que mayor potencial de generar energía por biomasa concentra. De hecho, ya lidera el ranking de provincias que “producen” energía por a partir de esa fuente específica. “Hay otras provincias con una participación de la generación de energía por fuentes renovables mucho más alta: Jujuy, Mendoza o Córdoba, pero lo hacen con biogás, solar o eólica”, explicó Busso. “Nuestro potencial se concentra en la biomasa, que es el recurso que más tenemos”, sostuvo. La producción en los aserraderos dejan de lado virutas, aserrín, costaneros, chips; subproductos de la actividad que hasta hace algunos años se acumulaban en los campos o al pie de cada planta. “Eso es, ni más ni menos, que energía tirada”, definió.
La contaminación que esos residuos generan – no solo porque desecharlos requería quemarlos a cielo abierto, sino por el metano que produce su descomposición, gas que es mucho más nocivo que el dióxido de carbono – no fue algo de lo que se tuviera conciencia por mucho tiempo. Con el advenimiento de las ideas de usar fuentes renovables para generar energía eléctrica, aparece la madera, y sobre todo los subproductos de la foresto industria para aprovechar la posibilidad de utilizarla a gran escala. “Tenemos varias centrales: Una en el polo maderero de Santa Rosa, que genera 15 MW. Recordemos que 1 MW es 1 millón de vatios. Una plancha doméstica consume 2 mil vatios”, graficó Busso. “También está funcionando Fresa en Virasoro, donde se generan 40 MW. Allí se está construyendo una ampliación de otros 40 MW, llamada San Alonso. Es una obra muy avanzada, que entraría en servicio en los primeros meses de 2025. Todas ellas se alimentan de los subproductos forestoindustriales de la zona. Y recientemente se adjudicó un contrato para comprar energía a una pequeña planta de 5 MW en el Parque Industrial de Ituzaingó, que entraría en servicio a fines de este año”, enumeró el secretario de Energía. De ese modo, son dos plantas grandes en funcionamiento, y otras dos casi listas para funcionar, que apalancan parte del salto de reconversión que se espera para el inicio de 2025. “Pero el potencial que tenemos en biomasa es mucho mayor”, aseguró Busso. Con 5 polos madereros, hay todavía muchos puntos en la provincia que podrían albergar plantas de biomasa. “Se podría aprovechar en Esquina, donde está instalada la planta de Zeni, también en Monte Caseros y Mocoretá, Santa Rosa se podría Ampliar y en Ituzaingó todavía queda bastante material por aprovechar”, describió el funcionario. Ese potencial permitiría generar, en promedio, la cantidad de energía que la provincia requiere para autoabastecerse, poco más del doble de lo que se produce hoy. “Si se aprovecharan todos los subproductos que se producen en la industria tenemos un potencial de generación eléctrica de 450 MW aproximadamente. Sería el equivalente a la demanda media de la provincia de Corrientes. Podríamos decir que en promedio, podríamos llegar al autoabastecimiento eléctrico”, relató con entusiasmo. Energía solar: de las centrales a los techos de las casas El fomento a la utilización del recurso solar para generar energía viene de la mano de leyes nacionales que tienen varios años y a las cuales la provincia está adherida. Por mucho tiempo, no se terminaron de cumplir, pero en ambos casos implican beneficios fiscales y establecen una meta de participación de energía renovable en la matriz energética nacional del 20% para el 2025. “Nosotros, entre la generación con biomasa y la solar, ya superamos esa meta. En cuanto a la generación solar, de ese 42% que vamos a alcanzar en 2025, un 11% corresponde a energía solar, a partir de las diferentes centrales que se fueron instalando”, indicó Busso.
“Las centrales solares fotovoltaicas más grandes que ya funcionan se hicieron en Bella Vista (600 kW), Monte Caseros (800 kW) y Virasoro (600 kW). Y están en construcción otras dos: una de 200 KW en Pujol que entrará en servicio a principios del año que viene, una ampliación de otros 200 KW en Virasoro. También hay plantas más pequeñas instaladas en empresas privadas (por un total de 400 kW), que se montaron para autoabastecerse y vuelcan algo del excedente a la red. Cada vez más emprendimientos productivos y Pymes empezaron a invertir en generar parte de la energía que consumen, en especial por el sinceramiento tarifario, que aumentó mucho el costo que representa el consumo de energía eléctrica”, detalló el funcionario. Una distribuidora de alimentos, la fábrica de Alpargatas y una reconocida fábrica textil de la provincia se cuentan entre esas Pymes que se volcaron a esa opción en los últimos meses. Por otra parte “hay muchas otras que están instaladas en los techos de usuarios familiares, que pusieron sistemas chicos en sus propias casas para bajar el costo del consumo de la energía eléctrica tradicional”, aseguró. Un retorno más veloz Hasta hace no mucho, instalar un equipamiento solar en un edificio, fábrica o vivienda era una opción distante para los interesados, que evaluaban una amortización lejana en muchos años. “Ahora es sencillo: se compra el equipamiento – puede hacerse con ayuda crediticia subsidiada – se hace la instalación, luego un trámite online, en donde interviene la DPEC y listo. Lo puede hacer cualquier vecino, no solo una empresa. Quien hoy está pagando una factura de luz por 100 pesos, puede reducirla en un 40% con estos equipos, amortizar la inversión como mucho en 5 años y financiar con créditos ese desembolso. El costo de los equipamientos bajó muchísimo”, comparó Busso. Según estimó, una instalación solar doméstica puede costar entre 3.000 y 5.000 dólares. Y si bien aún no existen en el mercado demasiada oferta de equipamiento y de personal experto en las instalaciones, si hay algunos, y además se cuenta con el asesoramiento de ENCORSA, una empresa del estado creada en 2018 que se orienta precisamente a asesorar y fomentar la utilización de energías renovables en la provincia. “El usuario particular, así como cooperativas o Pymes pueden buscar asesoramiento allí. Ya se ha interactuado con varias industrias y son quienes instalaron los sistemas solares en las centrales que ya están produciendo energía”, recordó Busso.
El sitio web de la empresa lo explica con claridad, solo hay que visitar encorsa.corrientes.gob.ar Energía todo el tiempo El proceso de reconversión energética que está en marcha ya se siente en las poblaciones de Virasoro, Mote Caseros, Santo Tomé, Santa Rosa o Colonia Liebig, que son quienes están en las áreas de influencia de estas centrales que producen energía y la vuelcan a su entorno geográfico más cercano cuando se producen colapsos. “Para la provincia la generación de energía en territorio es estratégica para su desarrollo. El salto del 28% al 42% hará más fuerte ese impacto positivo. En lugares donde antes los colapsos energéticos afectaban a las familias por varios días y paraba a la industria, ahora pueden seguir funcionando y tener energía todo el tiempo. Son pasos grandes hacia lograr el autoabastecimiento energético: tenemos todos los recursos disponibles”, aseguró Busso al final.
Fuente: Agencias