El emprendimiento de la brasilera Volteon Energía, ya está en la órbita de la Junta de Cerro Largo y con una inversión inicial de U$S 30 millones, se desarrollaría en Fraile Muerto.
El crecimiento de la movilidad eléctrica en Uruguay enfrenta un desafío significativo relacionado con la infraestructura de carga. A pesar de los esfuerzos de UTE por establecer una red de puntos de suministro, muchos automovilistas uruguayos aún experimentan incertidumbre acerca de la disponibilidad y ubicación de estas terminales, que a menudo no se encuentran en los lugares más convenientes, como las Estaciones de Servicio.

Daniel Añón, presidente de UNVENU, destaca que la instalación de cargadores rápidos en estaciones plantea dificultades técnicas debido a la alta potencia que requieren, que supera la capacidad normalmente contratada por estos establecimientos. Añón menciona que su propia estación tiene una carga contratada de 20 kW, que se destina a distintas necesidades operativas, lo que dificulta ofrecer un abastecimiento rápido demandado por los usuarios que necesitan recargar sus vehículos en un tiempo limitado.

600 KW, SOLO UTE

A pesar de estas restricciones, Añón expresó su apoyo a iniciativas como la reciente inauguración de una Electrolinera por parte de UTE, recalificando la necesidad del mercado de tener puntos de recarga accesibles. Sin embargo, enfatizó que una estación de carga eléctrica que opere a 600 kW, como la mencionada, solo puede ser factible con la intervención de UTE debido a los requerimientos energéticos.

Por otra parte, observadores mencionan la importancia de la adaptación del mercado, con la esperanza de que los precios de los vehículos eléctricos sigan disminuyendo, lo que facilitaría su adopción. En este sentido, se subraya que dos componentes clave en la movilidad eléctrica son las baterías y los terminales de carga.

FABRICACIÓN NACIONAL

Actualmente, los terminales de carga deben ser importados, aunque se espera que este panorama cambie con el proyecto de Volteon Energía, una firma brasileña con sede en la ciudad de Curitiba, que planea construir una planta de fabricación de terminales de carga en Fraile Muerto (Cerro Largo) con una inversión inicial de 30 millones de dólares.

Marcelo Moraes, representante de la empresa, ha expresado el deseo de expandir su presencia en el sector, específicamente en la fabricación de estaciones de recarga, lo que podría marcar un hito en la capacidad local de producción de infraestructura para vehículos eléctricos.

El proceso aún requiere la autorización de la Junta Departamental de Río Branco, que entre otras cosas deberá especificar el lugar permitido, antes que se pueda comenzar con las operaciones.

Fuente: Surtidores