Todo ello permite que las empresas estén pensando en diagramar sus próximos planes hacia la exportación y es aquí donde surgen nuevos protagonistas, que ven desarrollar economías que parecían dormidas en el tiempo. Este es el caso que veremos aquí, para el renacimiento de un pequeño pueblo del interior
Cuando la ganancia es buena, ganan todos La Patagonia Argentina viene creciendo a pasos agigantados en lo referido a industria energética, impulsando el desarrollo de energías renovables gracias a sus ricos recursos naturales, y aumentando su capacidad conocida con el petróleo en su yacimiento Vaca Muerta
Conocido como la cuarta reserva de petróleo no convencional más grande del mundo y la segunda en términos de gas, el yacimiento ubicado en la provincia de Neuquén está produciendo como nunca antes barriles diarios, y su capacidad de expansión hará que algunos pueblos vuelvan a cobrar relevancia.
La extensión de 30.000 k² alberga en sus profundidades alrededor de 16.200 millones de barriles de petróleo y 308 billones de pies cúbicos de gas natural. Su principal característica que la hace tan apetecible para los inversores es su baja permeabilidad, que impide la extracción de petróleo y gas mediante métodos convencionales
Con todo su potencial, los proyectos se enfocan en la optimización del transporte del recurso y la exportación a nivel internacional posicionando al país frente al mundo y generando las ansiadas divisas que el gobierno necesita para estabilizar la economía
La expansión de Vaca Muerta y el desarrollo de otras economías Muchas empresas energéticas que ya venían teniendo participación en Vaca Muerta como asociadas por el impulso del RIGI están teniendo un papel clave para expandir la producción energética y liderar el transporte y salida del país.
Es así como se encuentran construyendo oleoductos que recorren todo el ancho del país hasta encontrar un buen puerto al Atlántico que les permita la exportación segura. Un ejemplo claro de ello es el que se está construyendo en la ciudad de Allen, en Río Negro, con un tramo de tuberías de más de 400 k
Ahora una ciudad olvidada está viendo movimiento nuevamente con un proyecto de petróleo y sus habitantes no quieren ilusionarse. Pero el proyecto está. Es la ciudad rionegrina de Sierra Grande, alguna vez conocida por la mayor mina de hierro de Sudamérica que terminó cerrando en 1991, dejando al pueblo en el olvido.
Sierra Grande: nace el sueño de ser la próxima Dubai El hecho es que ahora la ciudad podría convertirse en la meca del petróleo dado que se establecerá una planta de licuefacción de gas, que convertirá a Argentina en el quinto exportador mundial de gas natural licuado (GNL) hacia 2030.
Para ello, YPF se encuentra realizando un oleoducto que lleve el petróleo a la planta que se ubicará a 30 k de Sierra Grande, en Punta Colorada más precisamente en un proyecto que demandará unos 30.000 millones de dólares
La obra se estima que podrá generar unos 2.500 puestos de trabajo directos y más de 10.000 indirectos lo que despegará la economía regional y desarrollará una ciudad que tras el cierre de la mina vio mermar considerablemente su población, quedando casi en ruinas como un pueblo fantasma
Rubén Stubbe, un ex empleado de la mina le cuenta al medio EFE: “De un año para otro pasó a ser casi un pueblo fantasma porque se fue casi un 80 % de la población. La mayoría tuvimos que salir a buscar trabajo fuera del pueblo”
“Hasta hace unas semanas, ningún joven pretendía quedarse en Sierra Grande. Mi hija está en el último año de la escuela técnica y ya ha empezado cursos que dicta YPF. Y la provincia y el municipio están haciendo capacitaciones en el sector de la construcción” comenta otro habitante que está expectante por lo que pasa en el pueblo. La expansión de la energía hace eco en muchas otra áreas
Fuente: Agencias