Según la progresión de los últimos presupuestos pasaron de US$ 12.343 millones en 2022 a menos U$S 3700 millones previstos para el año 2025.
En el proyecto de Ley de Presupuesto 2025, los recursos destinados al sector energético presentan una disminución en dólares respecto al crédito vigente en 2024. La participación de los recursos destinados al sector energético, tanto sobre el gasto primario como sobre el gasto total seguirían cayendo en el próximo año, en línea con lo verificado en los últimos años.

De acuerdo con lo proyectado, las transferencias corrientes con destino a la energía (subsidios) en el próximo año se reducirían un 47% con relación al crédito vigente para el año en curso. De los U$S 6.858 millones de 2024 pasará a US$ 3.633 millones en 2025, según informó la consultora Economía & Energía (E&E).

De este monto, US$ 1.837 millones estarían destinados a cubrir la diferencia entre el costo de generación eléctrica y las tarifas abonadas por los usuarios, mientras que US$ 1.701 se destinarían al gas natural, centralmente para compensar la brecha entre el costo de abastecimiento y el pago de la demanda.

La progresión de subsidios destinados al sector energético pasó de US$ 12.343 millones en 2022 a US$ 9.683 millones en 2023; U$S 6.858 millones este año, y las proyecciones indican menos U$S 3700 millones para el año que viene.

En el Presupuesto 2025 - según el escenario que contempla E&E- se proyecta una reducción del 55% de los recursos destinados a CAMMESA con relación al crédito vigente en 2024 (-U$S 2.281 millones). También se contemplan U$S 2.064 millones con destino a ENARSA, valor 25% inferior a 2024.

También se prevé que ENARSA cuente con ingresos corrientes por U$S 3.669 millones, de los cuales el 39% corresponden a transferencias del tesoro nacional (U$S 1.426 millones), fundamentalmente para solventar la diferencia entre el precio de importación de combustibles y el precio de venta de los mismos en el mercado interno.

Asimismo, los recursos destinados al Plan Gas.Ar (unos U$S 204 millones) también se reducirían con relación al crédito vigente en 2024 en un 41%, aproximadamente. En el Presupuesto 2025 se contempla un aumento de la producción del 11,9% para el próximo año.

Es importante aclarar que el volumen a subsidiar contemplado en el Presupuesto 2025 no condice con el volumen de gas natural contractualizado en el marco del Programa, incluso contemplando que una parte del volumen del programa queda incorporado en las transferencias a CAMMESA.

A nivel macro, el Ministerio de Economía proyecta una contracción del PIB del 3,8% en 2024, en el marco de caídas de la actividad industrial y comercial estimadas en 13,3% y 10,3%, respectivamente.

Al mismo tiempo, se prevén disminuciones del 6,3% en el consumo privado, del 4,8% en el consumo público y del 22,2% en la inversión. Por el contrario, se contempla un crecimiento del sector agropecuario del 32,5%, dada la recuperación de la cosecha.

Para el año 2025 la consultora que dirige Nicolás Arceo proyecta una recuperación de la actividad económica con un crecimiento interanual del PBI del 5%. Dicho crecimiento estaría motorizado principalmente por la industria y el comercio, con subas interanuales del 6,2% y del 6,7%, respectivamente, mientras que el sector agropecuario crecería un 3,5%.

Por el lado de la demanda, se estima para 2025 una recuperación de todos los componentes, destacándose el crecimiento del 4,5% en el consumo privado y del 9,9% en la inversión.

El crecimiento del PIB en 2025 contemplado en la Ley de Presupuesto (+5%) estaría traccionado por la inversión y, en segunda instancia, por las exportaciones.

Los gastos corrientes se incrementarían en términos nominales un 32% con relación al monto proyectado para el año 2024. En ese listado se destacan las prestaciones de la seguridad social, que representarían el 38% del gasto total y se incrementarían un 39% en términos nominales con relación al valor de 2024. Por su parte, los gastos de capital representan el4,4% del gasto total del Sector Público Nacional y se incrementarían un 51% interanual en términos nominales.

Además, los ingresos totales aumentarían un 33% en términos nominales con respecto a 2024. En este sentido, vale la pena destacar que se contempla un crecimiento de los ingresos por el Impuesto sobre los Combustibles Líquidos y al Dióxido de Carbono del 155% respecto de 2024. Dicha variación contempla las actualizaciones pendientes de las sumas fijas para determinar el impuesto, las que se incorporarían gradualmente durante 2025.

Fuente: Mejor Informado