La perforación de pozos es el destino de la mayor parte de los recursos invertidos en exploración
BRASILIA – Brasil solo tuvo un pozo exploratorio perforado por cada diez bloques bajo contrato entre 2016 y 2023, según el informe anual de exploración de la Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles (ANP), publicado esta semana. Los datos confirman la tendencia a la baja de la actividad en el país.

La perforación es el destino de la mayor parte de los recursos invertidos en este segmento. En total, la ANP prevé que las actividades de exploración requerirán inversiones de R$ 18,31 mil millones hasta 2027, de los cuales R$ 16,04 mil millones deberán destinarse a la perforación de pozos.

Las previsiones, sin embargo, estiman que R$ 11 mil millones estén concentrados en bloques contratados en el Margen Ecuatorial. Pero ningún proyecto de aguas profundas en esta región ha recibido licencias de exploración hasta el momento, con excepción de la Cuenca Potiguar, en Rio Grande do Norte.

Petrobras espera una respuesta del Ibama sobre una licencia para perforar en la cuenca de Foz do Amazonas, mientras ambientalistas dentro y fuera del gobierno se oponen a la apertura de nuevas fronteras.

Aumento de los rendimientos en bloque Otra tendencia es el aumento de la devolución de bloques, con un número importante de estos registros en 2023. De los 33 bloques contratados a finales de 2022 en la Cuenca de Campos, 17 fueron devueltos.

En las cuencas marítimas del Margen Ecuatorial, hubo una reducción de 41 a 34 bloques entre 2022 y 2023, con miras a la devolución de siete bloques en la Cuenca de Barreirinhas.

Durante el período, el informe de la ANP señala el retraso en las licencias ambientales como el principal cuello de botella para la actividad exploratoria y un motivo para la devolución de áreas.

Desde 2017, la agencia ha tomado medidas para evitar la devolución masiva de bloques. En el contexto regulatorio, se publicaron tres resoluciones, que se centraron en ampliar los plazos para la fase de exploración de los contratos de producción.

Para el año 2024 se espera publicar una nueva resolución que traerá innovaciones al modelo actual, ya que, con base en criterios preestablecidos, permitirá establecer un Programa Exploratorio Mínimo (PEM) asociado a un contrato de concesión original. pudiendo ser cumplido en el área de otro contrato de concesión o en un área no contratada.

El largo período de suspensión de contratos es, según evaluación de la ANP, un aspecto que añade imprevisibilidad a la fase de exploración y a la eventual apropiación de reservas para el país. Uno de los bloques ubicado en la cuenca de Barreirinhas, por ejemplo, estaba suspendido desde 2012.

La agencia destaca que es urgente contratar nuevas áreas, debido a la previsión de una caída de la producción a partir de 2030, si no hay nuevas inversiones en exploración y producción.

La ANP menciona el Plan Decenal de Expansión Energética (PDE) 2034, elaborado por la Empresa de Investigación Energética (EPE).

Las proyecciones muestran que la producción brasileña está creciendo, pero no es sostenible.

La producción de petróleo en el país aumentará hasta 2030, pero no se mantendrá durante toda la década, proviniendo el 94% de recursos ya descubiertos.

Fuente: ejes