El Perú, tradicionalmente asociado a su riqueza minera, experimenta una transformación energética sin precedentes. Con un vasto potencial en diversas fuentes renovables, el país se posiciona como un actor clave en la transición global hacia una matriz energética más limpia y sostenible. Las recientes declaraciones del titular del Ministerio de Energía y Minas (Minem), Rómulo Mucho, confirman esta tendencia al destacar el desarrollo de múltiples proyectos energéticos, especialmente en el sur del país.

El sur del Perú se convirtió en el centro de esta transformación. Con más de 20 proyectos energéticos en marcha, la región se consolida como un polo de desarrollo y atracción de inversiones. El descubrimiento de nuevas reservas de gas natural, como Candamo, comparable con el yacimiento de Camisea, abre un horizonte prometedor para el sector energético nacional.

Si bien el gas natural juega un papel fundamental en la matriz energética peruana, el país demostró un compromiso firme con la diversificación y la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles.

La inversión en energías renovables, como la solar y la hidroeléctrica, es una clara señal de esta transformación. Proyectos emblemáticos como la central solar más grande del Perú en Moquegua y la hidroeléctrica San Gabán III en Puno son hitos importantes que consolidan la posición del país como un referente en la región.

Es crucial destacar que el Perú no solo apuesta por los combustibles fósiles, sino que también lidera la transición hacia las energías renovables. La proliferación de proyectos solares y eólicos, sumada a la construcción de grandes centrales hidroeléctricas, demuestra el compromiso del país con un futuro energético más limpio y sostenible. El hidrógeno verde se presenta como una oportunidad única para el Perú. Con un enorme potencial en energías renovables, el país cuenta con los recursos necesarios para producir este combustible limpio a gran escala. La aprobación de la Ley de Fomento de Hidrógeno Verde es un paso fundamental para desarrollar esta industria y posicionar al Perú como un exportador de este sector energético, aprovechando las ventajas competitivas que ofrece.

Además, está pendiente la aprobación en el Congreso de la República de la modificación de la Ley N° 28832, que eliminará barreras de ingreso de energías renovables no convencionales al mercado de nacional de generación de energía, acelerará la transición energética y permitirá aprovechar el enorme potencial de proyectos que aún esperan desarrollarse. Con un portafolio de proyectos que supera los 20,000 megavatios, el Perú está listo para acelerar su transición energética y aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado global. Sin embargo, es fundamental que se acompañe este proceso de una adecuada planificación y gestión, garantizando la seguridad energética y la protección del medioambiente.

La infraestructura, la logística y la regulación son aspectos que deben fortalecerse para maximizar el potencial energético del país. Sin embargo, estas dificultades también representan oportunidades para impulsar la innovación, la creación de empleo y el desarrollo en nuestras regiones.

Fuente: El Peruano