El resultado revirtió el breve impulso que exhibió la materia prima después de que el índice de precios al consumidor (IPC) estadounidense en línea con las expectativas reforzara las expectativas de un recorte de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed).

En la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), el petróleo WTI para septiembre cerró con una caída del 1,75% (1,37 dólares), a 76,98 dólares por barril, mientras que el Brent para octubre, cotizado en la Bolsa Intercontinental (ICE), cayó un 1,15% (EE.UU.). 0,93 dólares), hasta 79,76 dólares por barril.

El IPC se desaceleró a una tasa anual del 2,9% en julio, según informó esta mañana el Departamento de Trabajo del país. El indicador sugiere una tendencia desinflacionaria continua y debería alentar a la Fed a recortar los tipos de interés en septiembre, según Capital Economics.

Con un mejor entorno de riesgo, el petróleo alcanzó un modesto aumento poco después de la publicación del indicador. Sin embargo, la señal negativa volvió a predominar y las pérdidas se acentuaron luego de que el DoE informara de un aumento inesperado de 1,357 millones de barriles en las existencias de materias primas estadounidenses.

Oanda explica que el aumento de stocks presiona a la baja los precios, al mismo tiempo que crece la preocupación por la disminución de la demanda de las aerolíneas globales. El combustible para aviones, que representa alrededor del 7% de la demanda mundial, podría impulsar la demanda a medida que los viajes sigan recuperándose después de la pandemia, pero una posible desaceleración de la actividad económica podría reducir aún más la demanda de viajes aéreos. Según el análisis, estos factores apuntan a una caída de los precios del petróleo, pero los riesgos geopolíticos y los factores técnicos podrían limitar esta caída.

Fuente: Estadão Conteúdo