El segundo acto consistió en una nota de prensa en la que se informaba sobre la concesión del yacimiento Candamo, en un Convenio de Evaluación Técnica (CET), y la intención de negociar con el llamado Consorcio Camisea para explorar en horizontes profundos. Es necesario aclarar estos puntos. El yacimiento Candamo es una formación geológica donde podrían existir recursos de GN. Se ubica en la provincia de Tambopata, en la región de Madre de Dios, pero dentro de los límites del Parque Nacional Bahuaja Sonene, hogar del 25% de las aves y el 33% de los mamíferos del país. No es nuevo el interés por incursionar en esta zona, que anteriormente formaba parte del exlote 78, abandonado por la norteamericana Mobil.
Los promotores de esta incursión creen que podrán lograrlo con un gobierno débil, manejado por una representación parlamentaria desacreditada pero que actúa con impunidad, y que el vehículo para ello será el entusiasta ministro Mucho. Sin embargo, la biodiversidad y el ambientalismo son factores importantes en este caso, y el gobierno se dirige hacia un conflicto tanto nacional como internacional. No solo se trata de entregar el área en un CET, una modalidad preexploratoria de dos años de duración, tras la cual podría iniciarse un período exploratorio de hasta siete años. Es una irresponsabilidad ministerial anunciar reservas cuando apenas se está en una etapa de indagación, otorgando un derecho a una empresa que decida aventurarse en la Amazonía. En cuanto a la exploración en el lote 88 (Camisea), se planea realizarla en los yacimientos San Martín y Cashiriari, que están en producción con pozos de cerca de 3,000 metros de profundidad. Al hablar de horizontes profundos, se refiere a perforar por debajo de los fondos de los pozos productores. En este caso, será crucial estar muy atentos a la negociación de la regalía. Los anuncios entusiastas provenientes del MINEM van a chocar con una realidad mucho más compleja de lo que se anticipa.
Fuente: Cesar Gutierrez