El 55% de las emisiones por energía se genera en el consumo de los usuarios

El contralor Carlos Hernán Rodríguez sostuvo que la conectividad eléctrica y el suministro de energía enfrentan serios desafíos debido a una infraestructura que no se ha modernizado y no suple las necesidades del mercado.

La capacidad actual de generación con estas fuentes es sólo de 1200 megabytes, lo cual es poco significativo, especialmente con la creciente demanda. Así es importante en materia de transición y seguridad energética tener en cuenta la necesidad de contar con un sistema eléctrico robusto, es decir, una infraestructura capaz de recuperarse frente a estos fallos inesperados, lo cual requiere y demanda una atención urgente”, dijo Rodríguez.

El Contralor agregó que “con la disponibilidad variable de plantas térmicas durante periodos de baja hidrología, la adecuada definición de los programas de mantenimiento es crítica”, resaltando que este es otro punto sobre el que hay que trabajar con celeridad, para evitar caer en escenarios que agraven la desaceleración económica.

“En cuanto a la infraestructura de transmisión, donde el 75% de líneas de 500 y 230 kilowatts tienen más de 35 y 40 años de servicio, se evidencia entonces un sistema envejecido que podría eventualmente fallar y para lo cual pues tienen que existir medidas de contingencia”, manifestó.

Además, Rodríguez expresó su preocupación por el potencial desabastecimiento de gas natural en 2025 si no se desarrollan nuevos yacimientos y se mejora la infraestructura de importación, al tiempo que advirtió que las restricciones en la construcción de nuevas líneas de transmisión, como las que traen energía de Chivor y Guavio a Bogotá, agravan la situación.

“El Consejo Nacional de Operación advierte desde el 2023 que Bogotá y el centro del país estarían en riesgo de abastecimiento, el cual podría presentarse, oigase bien, en el año 2025. Incluso ya se requiere la generación de la central de carbón de Termozipa para cubrir la necesidad energética de la zona, que va en total contravía de los compromisos ambientales”, dijo el Contralor General de la República.

Para el funcionario, el nivel de contaminación generado por Termozipa “es impresionante”, lamentando que la falta de ofertas y un sistema de calidad que reemplace la energía que produce, siga obligando a que el centro del país dependa de sus aportes, incluso en contra de la protección ambiental.

“Hay que hablar desde ya sobre las obras de mitigación que vayan a llevar a cabo los mandatarios regionales, porque necesariamente vamos a tener que avanzar en esto, o de lo contrario, van a existir problemas frente a la seguridad energética, no solamente del país, sino de Bogotá, y lo estoy hablando no a largo plazo, estamos hablando del año 2025, que es el próximo año”, indicó el jefe de este organismo de control.

Impulsar la transición En otro apartado, la Contraloría sostiene que aunque la atención del país se centra en la actualmente en la transición energética, es crucial fortalecer la seguridad energética mientras ocurre este cambio. En este sentido resalta que la gestión minero-energética está enfocada en cumplir esta meta en el mediano plazo, olvidando que lo más importante es garantizar que haya un suministro estable.

“No se están firmando nuevos contratos de explotación, de exploración, no se permite el fracking y no se tienen planes concretos de transformación para la industria petrolera y minera, para que estas poco a poco vayan cediendo paso a las fuentes alternas de energía. En caso de que la demanda estuviera disminuyendo estas iniciativas serían muchísimo más viables, pero lo que se está observando es que no hay una desaceleración en los consumos energéticos fósiles y por lo tanto lo que podríamos terminar comprometiendo es la seguridad energética”, acotó Carlos Hernán Rodríguez.

Este organismo cerró contando que le preocupa el hecho de que por el momento no haya actividades concretas, presupuestos, indicadores y metas claras para la transición energética, ya que aunque ha liderado mesas para que esta meta se cumpla de manera justa, aún no se conocen detalles específicos sobre las actividades y recursos necesarios para sustituir los ingresos provenientes del sector minero-energético.

Fuente: Portafolio