Este conflicto se enmarca en la preocupación de los trabajadores del sector petrolero por los descuentos en sus salarios debido al impuesto a las Ganancias. Según declaraciones de la Federación, si se aplican estos descuentos, se llevará a cabo un paro en protesta. Esta medida de fuerza afectaría a los aproximadamente 22.000 afiliados que operan en las ocho refinerías del país y en la provisión de combustibles para Argentina.
El malestar en el sector se ha intensificado debido a la percepción de discriminación en comparación con otras organizaciones que han logrado evitar que el impuesto impacte en los ingresos de sus trabajadores. Esta situación ha llevado a la Federación a considerar presentaciones judiciales para defender los derechos de sus afiliados. Además, se han llevado a cabo plenarios y asambleas informativas en diversas plantas y depósitos de empresas de refinerías y lubricantes en todo el país. Estas reuniones tienen como objetivo coordinar acciones de protesta y manifestar el descontento con la reglamentación del impuesto a las Ganancias.
En este contexto, los sindicatos petroleros han cuestionado tanto a políticos como a empresarios, denunciando una violación de la ley de hidrocarburos y un ataque a las conquistas laborales de los trabajadores. Se ha destacado la falta de diálogo y la imposición del impuesto al salario como un factor que pone en riesgo los ingresos de las familias de los trabajadores del sector.
Las asambleas y protestas no se limitan a un solo lugar, sino que se han extendido a diferentes regiones como Bahía Blanca y Campana, donde los sindicatos locales también han expresado su rechazo a la reglamentación del impuesto a las Ganancias. El conflicto ha escalado con la publicación del Decreto 652/2024, que define el alcance del beneficio para el personal petrolero, generando aún más tensiones en el sector. En resumen, el retorno del impuesto a las Ganancias ha desencadenado una ola de conflictividad en el sector petrolero argentino, con amenazas de paro y escasez de combustible en el horizonte. La incertidumbre y la tensión laboral se mantienen en un sector clave de la economía del país, con repercusiones que podrían afectar la producción y distribución de combustibles en el corto plazo.
La Federación de petroleros anunció un paro de 24 horas para el jueves debido al impuesto a las Ganancias. Si hay descuentos, habrá huelga. El conflicto afectará el abastecimiento de combustible. También hay malestar por discriminación en el sector de Vaca Muerta. El gobierno reglamentó el impuesto, generando más tensiones en el sector.
Fuente: Titulares