Chile figura como el segundo productor más grande de carbonato de litio del mundo, detrás de Australia, como resultado de inteligentes políticas aplicadas tanto por empresas estatales como privadas.
En cambio, en Bolivia, el gobierno del cocalero Morales y ahora del que fue su ministro de Economía, han invertido 1.000 millones de dólares en el proyecto del litio sin haber alcanzado ningún resultado, como consecuencia de haber aplicado criterios tan caprichosos como tontos.
Fuente: El Diario
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