Los inversores internacionales comienzan a redirigir recursos a otros países donde el desarrollo de proyectos está más avanzado
PARÍS – El retraso en la aprobación del marco de energía eólica marina (PL 576/2021), estancado en el Senado Federal, también podría generar una serie de impactos negativos en las cadenas de suministro y otras industrias que podrían beneficiarse del desarrollo de proyectos en el país. como el hidrógeno verde, dicen los ejecutivos de la industria.

La falta de un marco regulatorio claro está paralizando las inversiones y provocando la reasignación de recursos humanos y financieros a otros países con legislación más avanzada.

Diogo Nóbrega, director general de Copenhagen Infrastructure Partners y Copenhagen Offshore Partners (CIP/COP) en Brasil, destaca que, aunque CIP –un fondo de pensiones danés– ve a Brasil como un mercado estratégico, las actividades de COP –un desarrollador de proyectos offshore– fueron cerrado temporalmente en el país.

En Brasil, la compañía espera invertir al menos 6.000 millones de dólares para desarrollar cuatro parques eólicos marinos, de 7 GW.

Los recursos humanos de la COP se han reubicado en países como Taiwán y Filipinas, donde el desarrollo de proyectos offshore se encuentra en una fase más avanzada. “Cuando esté lista la norma retomaremos actividades aquí”, dice Nóbrega a la agencia epbr.

La lectura del consejero delegado es que la regulación de los parques eólicos marinos podría tardar otros dos años, lo que podría afectar a toda la cadena de suministro y logística.

“Todo se ve impactado. Toda la cadena de suministro. Toda la cadena logística. Porque todo se limita a la demanda que hay hoy en el mundo”, afirma.

“Si no nos movemos, del mismo modo que reubiqué a estas personas de Brasil a Filipinas y Taiwán, en algún momento los barcos, incluso los propios fabricantes de equipos, reasignarán sus capacidades”, añade.

Aun así, el CIP pretende continuar en el mercado brasileño, “mirando no sólo al offshore, sino a otros mercados, a proyectos solares y a nuevas tecnologías”.

Pérdida de oportunidades e inversiones.

Roberta Cox, directora de políticas en Brasil del Consejo Mundial de Energía Eólica (GWEC), advierte que los retrasos en la legislación podrían hacer que Brasil pierda una ventana de inversión crucial.

“Si Brasil continúa con esta puerta cerrada, este dinero irá a otra parte y hasta que podamos desarrollar esto aquí en Brasil será muy difícil”, dice Cox a la agencia epbr.

Señala que cada gigavatio de energía eólica marina puede generar 2.500 millones de dólares en inversiones y 17.000 puestos de trabajo, y que la falta de una legislación clara podría desviar estos beneficios a otros países.

Cox destaca también que la falta de legislación impide atraer a los grandes consumidores de energía, como los centros de datos y las industrias del hidrógeno verde, los fertilizantes y el acero verde, que necesitan seguridad en el suministro de electricidad para sus actividades.

Un estudio de Oxford muestra que descarbonizar la producción de acero en Brasil, por ejemplo, requeriría 26 GW de energía limpia. Y el mercado cree que la producción de fertilizantes podría integrarse con la generación de energía eólica marina en el país.

Desplazamiento de la cadena de suministro

Cox señala que la cadena de suministro de energía eólica terrestre en Brasil ya se está trasladando a otros países, y la falta de regulación marina contribuye aún más a este movimiento, ya que no indica una demanda futura de equipos.

“El año pasado, GWEC lanzó un estudio sobre la cadena de suministro global. Identificamos que en varias partes del mundo, a partir de 2026, faltarán equipos”.

Ella evalúa que la existencia de una base ya establecida para la fabricación de componentes como torres y palas eólicas terrestres en Brasil ofrece una ventaja, pero sin una legislación adecuada, esta capacidad no puede utilizarse para el sector marino.

“Otros países del mundo están ganando inversiones y construyendo su cadena de suministro. El nuestro ya está pasando por dificultades. Si Brasil no implementa operaciones offshore, tendremos que importar productos de otros lugares. Ya no habrá tantos inversores con dinero disponible para poner aquí”.

Impactos en los servicios portuarios y offshore

Mauro Andrade, director de estrategias de negocios de Prumo, señala que el retraso en la aprobación de la ley también afecta el mantenimiento de la estructura de servicios offshore, actualmente enfocados en actividades de petróleo y gas, tanto de embarcaciones como de mano de obra calificada.

“La energía eólica marina también es un vector para mantener esta estructura que ya tenemos y construimos durante los últimos 40 años en Brasil, apoyando el petróleo y el gas marinos. Gran parte de la cadena de valor que instalará estos parques eólicos ya existe en Brasil, porque ya apoya a la industria del petróleo y el gas”.

La empresa tiene un memorando de entendimiento con Corio, del fondo australiano Macquarie, para desarrollar parques eólicos marinos en Porto do Açu (RJ), controlados por Prumo.

La empresa australiana, incluidaSive, ya despidió equipos en Brasil enfocados en el desarrollo de proyectos offshore, debido a retrasos en la legislación.

El retraso también afecta a la infraestructura portuaria.

Andrade afirma a epbr que los puertos brasileños están preparados para apoyar la logística de los parques eólicos marinos, pero la incertidumbre regulatoria impide asignar áreas y realizar inversiones, como es el caso de Porto do Açu.

“A medida que estos proyectos se retrasan y el sector no se materializa, es difícil imaginar que las empresas quieran alquilar la zona o empezar a invertir allí”, explica.

“Al mismo tiempo, hay otros segmentos, como el de petróleo y gas, que continúan expandiéndose en Brasil. Entonces, las áreas son finitas. Llegará un momento en el que tendrá que haber una asignación de superficie para el que llegue primero”.

El ejecutivo señala que el retraso en la aprobación en el Senado envía una mala señal para el entorno de inversiones en Brasil.

“Se termina dando una mala señal de falta de agilidad en la creación de marcos regulatorios”.

Hay alrededor de 100 proyectos en espera de ser estudiados, recuerda el ejecutivo, lo que representa una inversión potencial de hasta 2.000 millones de dólares en investigación y desarrollo que se está posponiendo.

Fuente: epbr