Jefe de la división de energías renovables del Ministerio de Relaciones Exteriores, Laís García (Foto: Tomaz Silva/Agência Brasil) Brasil espera aprovechar la presidencia del G20 este año para avanzar en las discusiones sobre la armonización de reglas y certificaciones para la bioenergía dentro de la Alianza Global Biocombustibles (GBA). La alianza es una iniciativa entre Brasil, India y Estados Unidos para expandir el mercado global de biocombustibles.
Lanzada el año pasado, durante la presidencia india del G20, la iniciativa para fortalecer la bioenergía también contó con la firma de Singapur, Bangladesh, Italia, Argentina, Mauricio y los Emiratos Árabes Unidos. En 2024, la expectativa es fortalecer los debates, aprovechando el contexto de que Brasil asuma la presidencia del G20.

Según la jefa de la división de Energías Renovables del Ministerio de Asuntos Exteriores, Laís García, en estos momentos las conversaciones dentro de la alianza están en la fase de definición de cómo se organizará el grupo, cuáles serán los órganos de decisión y los países que los conformarán.

García evalúa que Brasil puede utilizar la experiencia acumulada en biocombustibles para crear conciencia en otros países del G20 sobre la importancia de crear criterios de sostenibilidad para los productos bioenergéticos en el GBA.

“Para crear un mercado global es necesario tener reglas comunes, necesitamos entender cómo vamos a evaluar la intensidad de carbono de estos combustibles. Esto marca la diferencia, por ejemplo, para premiar productos que son más sostenibles”, dijo a los periodistas después de participar en el seminario Países del G20 y Diplomacia de los Biocombustibles, en Río, este viernes (23/2).

Cita el ejemplo de RenovaBio, un programa creado en 2017 que estableció metas de descarbonización en el sector nacional de combustibles a través de la emisión y compra de certificados.

“El modelo brasileño es complejo y tiene mucha credibilidad, porque logramos crear un sistema de certificación. Por eso Brasil está muy a favor de discutir criterios de sostenibilidad”, afirma.

García señala que varios países pueden fomentar el uso de biocombustibles como una solución de descarbonización más inmediata, además de una alternativa de seguridad energética para reducir las importaciones y otorgar subsidios a las fuentes fósiles.

Nuevos combustibles

El responsable de la división de MRE Renovables también destaca que los objetivos internacionales de descarbonización establecidos para los sectores del transporte marítimo y aéreo garantizan la demanda potencial de biocombustibles en las próximas décadas, por lo que es importante garantizar un aumento de la producción global.

Recientemente, Brasil comenzó a adoptar una postura más activa en la defensa del uso de etanol como combustible marino, por ejemplo.

Sin embargo, una dificultad son las restricciones en relación con las materias primas para la producción de biocombustibles, especialmente por parte de la Unión Europea. Los países europeos temen por los problemas de inseguridad alimentaria y deforestación, por lo que han priorizado soluciones basadas en la electrificación o el hidrógeno para la descarbonización

“Brasil quiere matizar este debate y por eso insistimos en la importancia de analizar el ciclo de vida de estos combustibles, comprender sus particularidades y no simplemente descartar materias primas a priori, sin analizar realmente qué es la sostenibilidad, la viabilidad de estos combustibles. ”, argumenta García.

Otro desafío es la financiación. Uno de los focos de la presidencia brasileña del G20 será la disponibilidad de recursos para la transición energética en los países en desarrollo. García destaca que la planificación energética será fundamental para afrontar este tema y garantizar el acceso a los recursos a través de las instituciones financieras internacionales.

“Existen dudas sobre cómo evaluar si un préstamo se reembolsará o no y cuáles son los criterios para poner este dinero donde la gente lo necesita. Esto depende de la mejora de las reglas y también de la capacidad de los países para presentar proyectos, para llevar a cabo realmente una planificación energética de manera coherente y que se adapte a sus necesidades”, afirma.

Fuente: Agencia epbr