Con la vista puesta en este desafío, el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) ya viene trabajando en algunos frentes para ayudar a financiar el sector, pero está a la espera de la aprobación de un marco legal que dé solidez a los proyectos.
El marco legal para los parques eólicos marinos, aprobado por la Cámara (PL 11247/2018) a finales de noviembre, espera ahora la decisión del Senado.
“Estamos muy interesados en ayudar con el desarrollo de este sector”, dijo Renato Santos de Souza, que actúa en el área de energía del banco, en el podcast de Abeeólica, Cabeça de Vento.
“Una vez superada esta fase [de aprobación del PL] hasta la reglamentación, podremos ver la concesión de los primeros prismas para iniciar proyectos eólicos marinos muy pronto, quizás incluso este año, en 2024”, evalúa Souza.
Según él, una de las ventajas es que el sector cuenta con empresas muy robustas en el sector de energía y petróleo y gas, lo que aporta mayor confiabilidad a la hora de otorgar crédito.
“Se trata de empresas que ya operan en el sector energético. Son empresas sólidas, lo que ayuda a la financiabilidad y a la toma de decisiones por parte de los financistas”.
A la espera de la aprobación del PL, el banco ha estado trabajando en algunos frentes y manteniendo el diálogo con los promotores.
"No faltan desarrolladores interesados. Hemos tenido conversaciones con muchos de ellos, que ya tienen su expresión de interés en los prismas, con proyectos en análisis en el Ibama", dice Renato.
Además, a través de la iniciativa BNDES Azul, el banco destinó recursos no reembolsables para la Ordenación Espacial Marina (PEM) del litoral brasileño, cuyo contrato para la Región Sur de Brasil ya fue firmado.
“El BNDES está contratando empresas especializadas para realizar este mapeo del espacio marino (…) La idea es cartografiar toda la costa brasileña hasta 2030”, dice el experto.
El PEM mapeará el potencial económico de la costa del país, incluyendo la energía eólica marina, la pesca y el turismo, las actividades en el sector de petróleo y gas, entre otras.
Política industrial
Renato también destaca la necesidad de pensar en los parques eólicos marinos a través de una política industrial que estimule el crecimiento económico del país.
“En términos de política industrial, seguiremos la fórmula del éxito de los parques eólicos, que es una progresión en términos de requisitos de contenido nacional. No tiene sentido exigir un contenido nacional excesivo sin que la industria local pueda cumplir”.
Según él, el sector exige una enorme cadena de producción que involucra desde proveedores de equipos, hasta infraestructura portuaria y flujo de energía, pasando por buques de apoyo e industrias electrointensivas, como el hidrógeno verde.
“Es necesario preparar las cadenas productivas para suministrar estos equipos, abastecer a los buques que hacen todo el trabajo en el mar y preparar los puertos para recibir esta logística e infraestructura”, afirma.
“El BNDES en su conjunto necesitará movilizarse para lograrlo. Ya hemos monitoreado, hecho estudios de la cadena productiva y mapeado los puertos”, añade.
Modelo de financiación
Renato destaca un estudio realizado por el Banco Mundial en los países en desarrollo, que señaló la importancia del tipo de interés a largo plazo en el coste final nivelado de la energía, en proyectos eólicos marinos, combinado con la oferta de crédito.
“El efecto de la tasa de interés podría hacer bajar estos costos de 100 dólares por megavatio hora a 70 dólares”, afirma.
“El BNDES puede proporcionar estos recursos, inicialmente a través de financiación corporativa, en la fase inicial de los proyectos antes de la decisión final de inversión, y luego, al inicio de la decisión de inversión física, migrando a estructuras de financiación de proyectos más sofisticadas”, concluye.
Fuente: epbr