En rigor el controvertido mega Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023 que había presentado la semana pasada y cuya implementación fue objetada judicialmente desde numerosos sectores, elevaba los derechos de exportación para el petróleo, gas y productos de la industria minera al 15%.
El DNU debe entrar en vigor mañana, pero se da por descontado que quedará en letra muerta merced de un probable rechazo en el Congreso y de eventuales medidas cautelares que pudiera imponer la Justicia. Ahora el proyecto de Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos retrotrae estos derechos de exportación al 8%. El artículo 204, en la sección VI sobre “Derechos de Exportación”, afirma: “manténgase la vigencia de los derechos de exportación actualmente vigentes, para los hidrocarburos y la minería. El Poder Ejecutivo Nacional identificará las posiciones arancelarias de la Nomenclatura Común del Mercosur comprendidas en el presente artículo”.
El primer intento del Gobierno por aumentar la semana pasada las retenciones casi al doble para el sector petrolero y minero había causado un fuerte rechazo entre empresarios y ejecutivos de las empresas afectadas. “La suba de las retenciones a las exportaciones va a afectar muy negativamente a las inversiones en curso y las que están por venir.
Es un atraso muy grande del desarrollo de las inversiones mineras. El inversor que vive en el exterior está viendo estos temas y sabe que genera desconfianza”, había advertido un empresario minero. Combustibles a precios internacionales La denominada Ley Ómnibus también establece la liberación de los precios de los combustibles y de las exportaciones de hidrocarburos , de modo que los precios en el surtidor quedarán automáticamente acoplados a los precios internacionales.
El proyecto de ley introduce una gran cantidad de modificaciones a la Ley de Hidrocarburos 17.319. Entre ellas se incluye la sentencia de muerte del “barril criollo”, es decir el precio diferencial que permite desanclar el petróleo a nivel local de los vaivenes internacionales. De prosperar la iniciativa las petroleras podrán vender crudo a paridad de exportación y las refinadoras comercializarán así las naftas y gasoil en el mercado interno a paridad de importación, es decir a precios internacionales. Se trata de una medida muy esperada por el sector empresario, sobre todo por las multinacionales con intereses en Vaca Muerta, pero que golpeará con dureza el bolsillo de los trabajadores además de echar más leña al fuego de la inflación.
El único diferencial entre los precios internacionales y locales serán las retenciones a las exportaciones, que se mantendrán en un techo del 8%. Además, el Estado ya no podrá intervenir ni fijar precios en ningún eslabón de la cadena del negocio , ni en el barril de petróleo y en los combustibles líquidos y gaseosos. En el caso de empresas estatales, podrán vender únicamente a precios que reflejen el equilibrio competitivo de la industria, esto es a las paridades de exportación o importación, según corresponda. “El nivel general de precios se acoplará con los valores internacionales, como si no tuviéramos recursos primarios, como Chile y Uruguay” , explicó el consultor y ex subsecretario de Hidrocarburos de la Nación, Juan José Carbajales. El contenido al que quiere acceder es exclusivo para suscriptores.
Fuente: Agencias