Advierten que quienes surten en bocas clandestinas en Salto o Paysandú, pueden ser pasibles de procesos penales por “Receptación”.
Empresarios salteños, revelaron que ya no hay un rubro determinado para cruzar a Concordia. “Se cruza para hacerse un par de lentes, para comprar un medicamento, para cenar, para ir al dentista, para hacer el pedido de almacén o llenar el tanque de combustible”.

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MÁS DE 200 LITROS POR VIAJE

Una particularidad surge con la novedad que del lado uruguayo no se solicita documentación al vehículo, lo que ha aumentado el tráfico sensiblemente, en la medida que cualquier auto, sin papeles o aún hurtado en Salto, puede cruzar con total impunidad.

Los controles se efectúan del lado argentino, pero solo de identidad del conductor y sus acompañantes.

Con respecto al contrabando de combustible, operadores litoraleños se mostraron preocupados ante el crecimiento de esta operativa, con autos adaptados para el almacenamiento de varios litros de nafta, con tanques disimulados que en algunos casos sobrepasan los 200 litros de capacidad y que pasan los puentes desde Argentina 3 o 4 veces por día.

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BOCAS ILEGALES

Este combustible entra a las ciudades uruguayas (Salto, Paysandú y Fray Bentos) y es vendido en expendios ilegales (casas de familia, locales clandestinos, etc.) a precios que van desde los 45 a los 55 pesos el litro de nafta Súper 95, con pago de estas ventas clandestinas cash, una situación en franca desigualdad con la Estaciones de Servicio que –si bien también ofrecen precios apenas por encima- solo pueden cobrar con tarjetas para habilitar el descuento del 40 por ciento de IMESI.

Naturalmente que quienes comercializan los combustibles en forma irregular, solo venden contado, una particularidad que les permite evitar la trazabilidad que ofrece el pago con tarjeta, para no dejar rastros de sus ventas. “Además lo más grave es que todos quienes surten combustible en las estaciones clandestinas están incurriendo en el delito de receptación, pasibles de ser procesados” señaló el estacionero.

DESIGUALDAD

Con respecto a los controles de URSEA en el litoral, se explicó que esta unidad reguladora es sumamente exigente “con quienes pagamos todos los impuestos y seguimos todas las recomendaciones de seguridad, no contaminación etc., pero por otro lado, sabiendo que hay una boca clandestina a dos o tres cuadras de la estación, no pasan ni cerca permitiendo que esta práctica sea moneda corriente en franca desigualdad con los operadores legítimamente constituidos” concluyó la fuente.

Fuente: Surtidores