Luego de meses de rezagos en relación a los precios internacionales, los precios de las gasolinas y el diésel en el país son más caros que la paridad de importación. Petrobras afirma, sin embargo, que todavía observa una gran volatilidad en el mercado internacional.
En la apertura del mercado de este viernes (10), el precio de la gasolina en las refinerías brasileñas estaba, en promedio, 0,07 reales por litro por encima de la paridad calculada por Abicom (Asociación Brasileña de Importadores de Combustibles). En Petrobras, la diferencia fue de R$ 0,06 por litro.

La ventaja es aún mayor en las ventas de diésel, que hoy cuestan, en promedio, R$ 0,25 por litro más que la paridad de Abicom. En las refinerías de Petrobras, la diferencia es de R$ 0,26 por litro. Los precios internos comenzaron a acercarse a la paridad a principios de mes y, esta semana, superaron el indicador.

La posibilidad de nuevos recortes fue cuestionada por los analistas en una conferencia telefónica para detallar el beneficio de Petrobras de R$ 26,6 mil millones en el tercer trimestre. El director de Marketing y Logística de la estatal, Claudio Schlosser, afirmó que el escenario aún es muy volátil.

"Uno de los valores centrales de nuestra estrategia de precios es precisamente mitigar la volatilidad en el mercado internacional, y no transferir esa fijación de precios al mercado brasileño", afirmó Schlosser, repitiendo un discurso que también se adopta cuando los desfases son elevados.

"Lo que estamos viendo en este momento es una volatilidad muy alta", prosiguió el ejecutivo, citando las incertidumbres sobre la economía china, la demanda energética y los conflictos que tienen lugar en todo el mundo. "Si los precios se consolidan en otro nivel, Petrobras puede reajustar sus precios", concluyó.

La reducción de los descuentos a las importaciones de diésel ruso, que contribuyeron a mantener bajos los precios en el país durante los primeros trimestres, es otro de los factores considerados por la compañía.

Los últimos ajustes en las refinerías de Petrobras fueron anunciados el 19 de octubre, con un aumento de R$ 0,25 por litro en el precio del diésel y una caída de R$ 0,12 por litro en el precio de la gasolina. En ese momento, la empresa estatal dijo que los fundamentos del mercado resultaban en ajustes diferentes para cada producto.

Para la gasolina, explicó, el final del verano en el hemisferio norte, cuando el consumo es mayor, generó mayor disponibilidad y devaluación del producto frente al petróleo. Para el diésel, "se observa una demanda global sostenida, con expectativa de un aumento estacional" con la aproximación del invierno en el hemisferio norte.

Schlosser defendió la nueva política comercial de la empresa, implementada en mayo, que dejó de utilizar la paridad de importaciones como parámetro principal y pasó a considerar también los costos internos de producción y la competencia con otros productores e importadores.

La compañía viene operando con márgenes más ajustados en su área de refinación, pero el ejecutivo afirma que ese es un escenario que afecta a todas las petroleras globales. Por otro lado, el menor margen es parcialmente compensado por el aumento en las ventas de combustibles en el mercado interno.

En general, el balance del segundo trimestre fue bien recibido por el mercado, dada la evolución de los indicadores con relación al trimestre anterior y el anuncio de la distribución de R$ 17,5 mil millones en dividendos.

El analista Frederico Nobre, de Warren, cuestiona sin embargo en un informe "la enorme magnitud de la caída del margen bruto, que no se nota en el balance, pero se vuelve alarmante cuando ajustamos los stocks de derivados a la variación del Brent".

Fuente: Valor Económico