Teniendo como objetivo llegar pronto a dejar en ceros el déficit del Fondo de Estabilización del Precios de Combustibles (Fepc), el gobierno anunció que este año el valor de la gasolina corriente debería subir a $16.000.
Así lo reconoció a los medios el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, al asegurar que el precio de la gasolina en el país, podría llegar hasta los $16.000, teniendo en cuenta el incremento del crudo.

“Ya teníamos previsto que había que subir hasta los $15.500 y puede que sí nos toque llegar a los $16.000 que habíamos previsto hace meses. Pero acuérdense que al comienzo del año se esperaba subir a $18.000”, afirmó el ministro.

Este anuncio no cayó nada bien en algunos sectores, sobre todo porque el Gobierno decidió otorgar un subsidio a los taxis.

Cabe mencionar que actualmente el precio del barril está sobre los US$93 el barril y que este ha venido teniendo un incremento en el último mes.

El crudo

Aunque el aumento en el precio del crudo es favorable para Colombia, porque representa ingresos extra para Ecopetrol, el gobierno deberá utilizara otra estrategia para los precios de la gasolina, uno de ellos es aumentar el valor del diésel.

De hecho, en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFPM), se proyectaba un barril a US$88, no de US$94 como se estimaba a principio de año. Inclusive, en esa oportunidad recalcó que no se preveía que el crudo retornara a la senda de los US$100.

Sin embargo, los analistas del Bank of America señalaron que “si la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) mantiene los actuales recortes de producción hasta fin de año —en el contexto de demanda positiva de Asia— ahora creemos que los precios del Brent podrían superar los US$100 antes de 2024”.

De todas maneras, Bonilla fue claro al manifestar que el bombeo de petróleo en Colombia no volvería a los mejores tiempos: “No volveremos a la meta de un millón de barriles diarios que se propuso el país y que solo consiguió por dos años, estamos produciendo alrededor de los 800.000 barriles diarios y estimamos terminar 2023 con 769.000 barriles diarios”, lo que permite inferir que los mejores precios no se acompañarán de una producción relevante.

En otro frente, está el Fondo de Estabilización de Precios del Combustible (FEPC), con el que se subsidia una parte del precio a los consumidores y que ya el año pasado dejó un saldo negativo de US$36 billones a la caja estatal.

La subida del petróleo haría que el precio interno de los combustibles tenga que subir más de lo planeado, si lo que se quiere es subsanar las finanzas públicas.

Controversia

Entre tanto, Bonilla dijo que el Gobierno Nacional no plantea tener una tarifa diferencial para los taxistas el año entrante.

Lo anterior, teniendo en cuenta que en el mes de enero del 2024 se tendría un incremento en sus tarifas en cada una de las ciudades del país.

“Las tarifas a los taxis van a tener que aumentar en enero, entonces el subsidio va a estar en enero”, dijo Bonilla.

La semana pasada, el ministro de Minas, Andrés Camacho, aseguró que no se contemplan incrementos en el precio del diésel, como sí lo había argumentado el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla.

De acuerdo con Bonilla, este incremento del diésel se tendría a partir del 2024 e incluso llegará a niveles de los $15.000, con el fin de eliminar el déficit que actualmente tiene el Fepc.

“Hasta el momento la decisión es que no vamos a tener un incremento en el diésel y se ha vuelto a discutir el tema”, dijo Camacho.

En ese mismo sentido, precisó se evaluará al finalizar el 2023, el déficit del Fepc, en conjunto con el Ministerio de Hacienda, para determinar las acciones que se tendrán en el próximo año.

“Esperamos finalizar el año, ver cómo es el comportamiento del mercado del déficit que tenga el fondo para ver el próximo año que se proyecta, pero al momento no hay nada alrededor del tema”, agregó el ministro de Minas.

Fuente: El Nuevo Siglo